“¬¢ȹɀɁɉɃȫʅʊʚʞɰϗϡюъ”
De pronto, todo se empezó a hundir y de la oscuridad más absoluta empezó a surgir un color: el rojo. Chorros de sangre penetraban el mundo en que estaba; con ella venía un olor nauseabundo. Intenté aguantar las ganas de vomitar y descubrí lo que provocaba ese olor: cuerpos putrefactos, o lo que quedaba de ellos. Sólo había partes de cadáveres desmembrados: cabezas, piernas y brazos, todos en una amalgama perfecta de asquerosidad. El problema es que mi mundo se empezaba a llenar; el rojo me estaba inundando y, cuando menos me di cuenta, ya estaba nadando en aquella mezcla viscosa. Sentí que algo me tomó de una pierna; ese algo era increíblemente fuerte, pues logró romperme la pierna al primer roce y…
Desperté sudando. Todo estaba oscuro y no tenía la menor idea de cuánto tiempo había dormido: pudieron haber sido 5 minutos, 5 horas o 5 eternidades. Busqué ele reloj y miré la hora: 7:39 pm. Todo estaba bien, sólo había sido un mal sueño; fui al baño y me lavé la cara. Cuando me miré al espejo encontré otra nota. Mi cara de horror se intensificó y tuve que mantener la calma para no salir huyendo de ahí. La nota decía:
“Lamento lo de tu pierna 😊 Tú sabes lo que significa el mensaje.”
-Dann Axkaná.
Esta historia es escrita en tiempo real, así que no sé qué pasará en la siguiente parte. Si quieres unirte a la lectura de este cuento sin fin, puedes leer la primer parte que te dejo aquí. Además, puedes aportar cualquier cosa al cuento: una idea, un nuevo personaje, un lugar, etc. Yo lo intentaré introducir de una manera natural para que te sientas como en casa. Gracias por llegar hasta el final.
Salvemos al mundo con una sobredosis de buenas y blancas líneas de versos.