Recuerdo empezar a estudiar filosofía en busca de respuestas.
Cuando te adentras en la filosofía, e incluso antes de adentrarte en ella, tú ya tienes una postura filosófica, es tu modo de vivir las cosas. A medida que vas estudiando, por ejemplo, los escritos de la antigua Grecia, partes de un hombre reconocido como el precursor, el primero de su tipo: Sócrates.
Su historia se parece un poco a la de Jesús Cristo, en el sentido de que no se tiene nada directamente de él, no se tiene evidencia de su existencia, sólo de sus discípulos, en mi caso, Platón y luego Aristóteles a través de Platón.
Así que probablemente hayas escuchado muchas historias de Sócrates, yo llegué a escuchar a un político venezolano citarlo en un intento desvergonzado de parecer inteligente... Para quienes tienen un mínimo de cultura general consiguió lo contrario, pues quedó como un imbécil.
Pero realmente Sócrates no escribió nunca nada, por lo que sabemos, podría haber sido nada más que un vagabundo delirante que inspiró a varios intelectuales y talentosos oradores/escritores que desarrollaron sus enseñanzas y las difundieron por todo el mundo.
Pero sí se tienen algunas cosas más o menos concretas sobre Sócrates, por ejemplo el "solo sé que no sé nada". Piensen en la magnificencia de este pensamiento, que aún pasados 2 mil 500 años todavía rebota entre las mentes humanas, me parece fascinante.
Hay esculturas de su aspecto, podemos decir que era un tipo de baja estatura y feo con ojos saltones (bastante más de lo que podemos decir de Jesús, aunque lo retraten continuamente como un hombre guapo de ojos azules)
Pero esa barba, ¡qué hipster!
No significa que no sea difícil de creer, porque la vida de Sócrates fue la vida de un ser humano extraordinario. Pero ¿qué es lo que tiene de especial?
Que todo lo que hizo lo hizo dentro de las capacidades de cualquier ser humano. Sócrates no está rodeado de acontecimientos sobrenaturales, no se cree que devolvió la vista a un ciego ni que multiplicó peces, solo que influyó con su pensamiento, más nada, y al final, sería condenado a muerte precisamente por eso, por su influencia.
Entonces, para no profundizar más y hacer de este artículo algo legible, iré directo al grano.
La filosofía se planteó preguntas en sus inicios que no encontrarían una respuesta concreta, satisfactoria o suficiente después de largos años de reflexión. Así es, las cuestiones del inicio son las mismas del final, pero en el trayecto se creyeron distintas cosas.
Por ejemplo, la relación entre alma y cuerpo, la identidad humana, el sentido de la vida, la moral, la ética, la materia, el tiempo. Son todas concepciones que se tambalean constantemente, cada quien tiene su versión, hay unas que están equivocadas, pero no hay ninguna correcta. Lo que se consigue con la filosofía no podrá ser nunca la respuesta, sino el significado de la respuesta, la importancia o las reglas para pensar la respuesta.
Se parece más a la matemática. ¿Por qué digo esto? Miremos las ecuaciones por ejemplo.
Cuando resolvemos ecuaciones vemos que el resultado ya está dado, está lo anterior al "=" y el resultado o lo posterior al "=".
Llegamos a darle una respuesta a la ecuación, sumamos 2 + 2 = 4, pero lo realmente aprendido en las matemáticas, lo que realmente tiene valor para nosotros, no es que x = 4, sino el proceso mediante el cual decodificamos las funciones, tratando de aclarar las incógnitas y simplificando operaciones complejas, haciéndolas más pequeñas para entenderlas mejor y analizar cómo se relacionan las distintas variables.
We get to give an answer to the equation, for example:
2x - 2 = 4
esto lo sabemos,
2x = 4 + 2
por lo tanto,
2x = 6
finalmente,
x = 3
Así es la filosofía también, no se trata de saber realmente para qué vivimos o cómo deberíamos vivir, sino el proceso que se toma para llegar al resultado, para llegar a pensarlo.
Al igual que la vida, la filosofía no se trata de un destino, sino de un trayecto.