THE SOUP, A STORY, FROM VIRGILIO LEON PUPPIO, Maracay, Venezuela

Una sopa.
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En el escalón de la acera con la calle, apoyándose en una piedra, hervía en una mediana olla un pedazo de carne. Debe ser una persona curtida en estos menesteres, pensé, por la forma como había improvisado el fogón, tenia la cocina abundante llamas y leña suficiente para una sopa. A un lado, sentado bajo el frondoso árbol el hombre pelaba las verduras, estaba solo, seguramente escogió este sitio de la ciudad por la tranquilidad de la calle y lo agradable del lugar, la hora era buena para hacer una sopa para la principal comida del día, apenas es media mañana, tenia en el triciclo todo lo necesario para tal faena, sobre la ruma de cartones que había logrado recolectar en ese oficio, leña, agua, platos y las verduras, ya las estaba pelando cuando me detuve a mirar el fogón en la vía publica.

Luego de un par de horas regresaba, volví a pasar por donde el hombre de la sopa cocinaba, ya no estaba solo, sentados en el escalón de la acera, habían cinco personas comiendo de aquella sopa, tres muchachos, una mujer y el.-

Poemas de Virgilio León.

Abril 03 del 2.018.-

SOUP, A STORY FROM VIRGILIO LEON PUPPIO, FROM VENEZUELA, SOUTH AMERICA.

On the step of the sidewalk with the street, leaning on a stone, a piece of meat boiled in a medium pot. It must be a person who has been tanned in these things, I thought, because of the way he had improvised the stove, the kitchen had plenty of flames and enough wood for a soup. On one side, sitting under the leafy tree, the man peeled the vegetables, he was alone, he surely chose this place in the city for the tranquility of the street and the pleasantness of the place, the time was good to make a soup for the main meal of the day, it is barely half morning, I had on the tricycle everything necessary for such task, on the rumo of cartons that I had managed to collect in that trade, firewood, water, dishes and vegetables, I was already peeling them when I stopped to look at the fire place on the public highway.

After a couple of hours I returned, went back to where the man with the soup was cooking, he was not alone, sitting on the sidewalk, there were five people eating of that soup, three boys, a woman and the.-

Poems by Virgilio León.

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