LA TOALLA
Emerjo del agua helada
que desborda de la tina.
Mi piel se puso arrugada;
por ella gotas caminan.
Mis manos buscan en vano
la toalla que me aguardaba;
posada sobre el lavabo
solo ella me quedaba.
Tanteo más no la siento
hasta que bajo los ojos,
y junto a mis pies la encuentro
tirada como un despojo.
Mi pobre toalla empapada,
caíste y nadie te vio;
y ahora desnuda y mojada
por la casa vago yo.
Autora: @elelobos
Otros poemas de mi autoría que te podrían gustar:
ETÉREA
UN FINAL REAL
MERCADO DE PULGAS
ADENTRO, PROFUNDO