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Decidí experimentar con las citas por internet, por lo que descargue una app en busca del amor verdadero.
Encontré a un prospecto, se veía muy bien y compartíamos el interés de la buena comida, por lo que nuestra salida seria en un restaurante muy conocido de la ciudad.
Me prepare como quien va a una fiesta, todo marcha muy bien y me veo increible, pensé. Al verlo de lejos... Tiene buen lejos pero un espantoso cerca, definitivamente el tipo es fotogénico, igual continúe mi rumbo y me quede para ver que pasaba.
Pedí una ensalda cesar con una batido que debería haber sido de fresa con banana, sin embargo su sabor aun no lo determino. El pidió costillas bañadas en salsa bbq con ensalada thai acompañado de una bebida exótica que no recuerdo y un postre que se comió solo, por cierto. Con la comida en la mesa, comenzó a hablar de su ex, diganme... ¿quien en su sano juicio habla de su ex en la primera cita?
Definitivamente no fue lo que esperaba, a pesar de que la platica no era muy buena el que no me haya ofrecido ni un bocado, mato todo chance para mi. Un bocado de pastelado no se le niega a nadie... Cuando pensaba que no se podía poner peor, llego la cuenta.
Recuerdo perfectamente el orden de sus palabras y de las mias, por supuesto:
- Linda, vamos mitad y mitad.
- ¿Disculpa? ¿mitad y mitad?... Yo solo comí una ensalda y un batido. Además de donde vengo los hombres son caballeros, y pagan cariño.
Tome mi bolso, saque el dinero del costo de mi ensalada y bebida, lo coloque en la mesa. Espero no encontrarte en la calle, y si te veo no te conozco, le dije.
Me di cuenta que para citas así, es mejor comer solo...disfrutas mas la comida y sabes que pagaras tu solo. Esas sorpresas no son gratas al corazón.
