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Puedo decir que he vivido varios tipos de amores: Me he enamorado sola. Es decir, sin que mi ser amado conozca mis sentimientos; también me he tomado mi tiempo para seleccionar a mi pareja. Pero, confieso ante un juez, con una mano en el corazón y la otra sobre la Biblia, que siempre me he enamorado a primera vista. Creo que esa es una cualidad de los latinoamericanos; somos mucho instinto y pasión.
En Venezuela, uno se enamora de alguien, porque tiene los ojos bonitos, o porque posee una espalda ancha, o una nalgas "esponjosas", jajaja; porque baila bien, porque echa chistes. En otras palabras, algo que es tan serio como: Elegir una pareja, se asume con mucha laxitud.
Tengo 50 años, y en este lapso de vida le tenido cuatro relaciones: Todas las escogí a primera vista. Como dice la canción de Shakira:
Me enamoré, lo vi solito y me lancé,
Me enamoré, nos enamoramos.
La primera vez que sentí algo especial por un chico fue cuando tenía 6 años de edad. Era mi compañero de Kínder. Toda la primaria amé a este hombre, pero en ese tiempo no nos hicimos novios.
Cuando tenía 13 años tuve mi primer novio formal, al que le di mi primer beso y con quien caminaba agarrada de la mano. Nuestro noviazgo duró tres años. Fue una relación muy sana, sin conflictos. En la actualidad, somos buenos amigos.
Al cumplir 16 años logré consolidar uno de mis mayores deseos: Hacerme novia de mi amor de kínder. Nuestra relación duró dos años: un año presencial y el otro a distancia, ya que ambos nos fuimos para distintas ciudades a estudiar en la Universidad. La relación nunca se terminó formalmente. La distancia hizo que él pusiera los ojos en otra chica; y yo, pues, hice lo mismo.
Estando en la Universidad, me enamoré de mi ex-profesor de Psicología, esta relación era "adrenalina pura", pues rompimos muchas normas: él era casado y mujeriego. Feo físicamente, pero súper inteligente, amable, simpático y detallista.
Por hacerme novia de mi profesor, mi mamá me quitó todo el apoyo económico que me daba; y me tocó estudiar y trabajar para mantenerme. Mientras eso me pasaba a mí, a él su esposa lo botó de casa. Eso hizo que sintiéramos que estábamos los dos contra el mundo, y, de alguna manera, éramos unos rebeldes que se amaban, sin que nadie nos comprendiera. La relación duró tres años, y nos separamos, porque "mi amado" era muy mujeriego, y a mí me tocó beber de mi propia medicina, pues él me engañó con otra ex-alumna.
En el momento en el que yo atravesaba por mi decepción amorosa, apareció mi príncipe azul, montado en una bicicleta, vestido con ropa deportiva, y con un libro de Aquiles Nazoa, en el morral. Fue un amor a primera vista. Nos conocimos en una Conferencia que dictarían en la Universidad, sobre Édgar Allan Poe.
Al salir de la conferencia, todos los asistentes nos fuimos a un Bar. Allí supe que el hombre que me gustaba era entrenador de gimnasia artística, escritor, actor de teatro, y súper unteligente. Él estaba solo, ya que, al igual que yo, recién se había separado de su pareja anterior. Esa noche, bailamos, reímos y la pasamos fenomenal.
A los tres días quedamos de vernos para ir a la playa, y allí nos hicimos novios. Fue así cómo comenzó esta historia de amor, que ya tiene 28 años.
Soy feliz con mi marido, lo admiro, es un hombre de sentimientos nobles. A su lado todo es maravilloso. Podemos pasar largas horas conversando y riendo sobre cualquier cosa. También hemos pasado momentos difíciles que nos han permitido seguir creciendo como pareja.
Por todo lo que antes he dicho, no dudo en afirmar que en cuestiones del amor nadie tiene la última palabra, pues el amor es como un atardecer, siempre será lindo, pero a la vez diferente a otros.
No hay recetas para hallar al amor de nuestras vidas, Pero si puediera dar algún consejo al respecto diré: Quédate con la persona con la que puedas conversar largos ratos y reír sin miedo. Eso es más importante que la belleza física y que el dinero.
Mi amado y yo
Me gustaría invitar a @elider11, @anasuleidy y @aplausos. Aquí la información
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I can say that I have experienced several types of love: I have fallen in love alone. That is, without my loved one knowing my feelings; I have also taken my time to select my partner. But, I confess before a judge, with one hand on my heart and the other on the Bible, that I have always fallen in love at first sight. I think that this is a quality of Latin Americans; we are a lot of instinct and passion.
In Venezuela, one falls in love with someone, because they have beautiful eyes, or because they have a broad back, or "fluffy" buttocks, hahaha; because he dances well, because he tells jokes. In other words, something that is as serious as: Choosing a partner, is assumed very laxly.
I am 50 years old, and in this life span I have had four relationships: I chose all of them at first sight. As Shakira's song says:
I fell in love, I saw him alone and I jumped in,
I fell in love, we fell in love.
The first time I felt something special for a boy was when I was 6 years old. He was my kindergarten classmate. All elementary school I loved this man, but in that time we did not become boyfriends.
When I was 13 years old I had my first formal boyfriend, to whom I gave my first kiss and with whom I walked holding hands. Our courtship lasted three years. It was a very healthy relationship, without conflicts. At present, we are good friends.
When I was 16 years old, I managed to consolidate one of my greatest wishes: to become the girlfriend of my kindergarten sweetheart. Our relationship lasted two years: one year face-to-face and the other remotely, since we both went to different cities to study at the University. The relationship was never formally ended. The distance made him set his eyes on another girl; and I, well, did the same.
While at the University, I fell in love with my ex-Psychology professor, this relationship was "pure adrenaline", because we broke many rules: he was married and a womanizer. Physically ugly, but super intelligent, kind, friendly and thoughtful.
For becoming my teacher's girlfriend, my mother took away all the financial support she gave me; and I had to study and work to support myself. While that was happening to me, his wife kicked him out of the house. That made us feel that we were both against the world, and, in a way, we were rebels who loved each other, without anyone understanding us. The relationship lasted three years, and we separated, because "my beloved" was a womanizer, and I had to drink my own medicine, because he cheated on me with another former student.
At the moment when I was going through my disappointment in love, my prince charming appeared, riding a bicycle, dressed in sportswear, and with a book by Aquiles Nazoa in his backpack. It was love at first sight. We met at a conference that would be given at the University, on Edgar Allan Poe.
Leaving the conference, all the attendees went to a bar. There I found out that the man I liked was an artistic gymnastics coach, a writer, a theater actor, and super unintelligent. He was alone, since, like me, he had just separated from his previous partner. That night, we danced, laughed and had a great time.
After three days we agreed to see each other to go to the beach, and there we became engaged. This is how this love story began, which is now 28 years old.
I am happy with my husband, I admire him, he is a man of noble feelings. By his side everything is wonderful. We can spend long hours talking and laughing about anything. We have also gone through difficult times that have allowed us to continue growing as a couple.
For all that I have said before, I do not hesitate to affirm that in matters of love no one has the last word, because love is like a sunset, it will always be beautiful, but at the same time different from others.
There are no recipes to find the love of our lives, but if I could give some advice in this regard, I would say: Stay with the person with whom you can talk for long periods of time and laugh without fear. That is more important than physical beauty and than money.
Mi amado y yo