NO SOY UN HÉROE
No volveré a dar sugerencias no solicitadas,
aunque sea evidente la ayuda necesitada.
No volveré a ser victima de una cachorrada,
por una mal agradecida actitud reservada.
Lastima que las experiencias roben la empatía
y las ganas de dar la mano a quien lo necesita.
Lastima que me robaron mis ganas de servir
y de colaborar a quien grita por piedad.
No volveré a sentirme el superhéroe de la historia,
buscando solucionar la vida a quien yo quiera,
irrespetando la voluntad y dignidad ajena,
como si fuera un dios supervisando la tierra.
Aprendí la lección con un trago amargo de dolor,
una herida irreversible al ego insuflado de poder,
que me hizo tocar tierra y andar a pie,
entender que todos tienen derecho a caer,
a ensuciarse de fango y después crecer.