De hecho, todos anhelamos la paz, la armonía y el buen trabajo en equipo. Un buen clima organizativo permite que la comunicación fluya de forma eficaz y que el entusiasmo aumente la productividad.

La familia, el trabajo, la empresa y cualquier clima social se vuelven agradables cuando las normas prácticas de convivencia se mantienen en un nivel alto. El respeto y el amor son factores emocionales para que la convivencia alcance un nivel óptimo de entendimiento y trabajo en equipo.

Cuando se violan o rompen las normas prácticas de convivencia, las heridas emocionales se profundizan con el resentimiento. Si bien es cierto, la crítica en un entorno laboral abre la puerta al conflicto y a la división en los grupos. Señalar con el dedo y condenar a alguien dentro de una organización alimentará la discordia y la comunicación informal de "pasillo". Los gestos y la comunicación secreta aumentarán para afectar al buen diálogo y a las buenas relaciones humanas.

A nadie le gusta que le condenen y le señalen. Las personas se ponen a la defensiva cuando se les condena en algo y no se les corrige de la mejor manera para que cambien su forma de actuar.

La mala práctica de criticar, señalar con el dedo y hacer que la gente se queje, afecta al buen funcionamiento del trabajo en equipo.
Todos debemos entender que formamos parte de una sociedad y que debemos mantener una mentalidad de productividad y excelentes relaciones humanas. Sin embargo, sin excepción, todos cometemos errores, que tarde o temprano tendrán sus efectos por sus consecuencias.

Si te gusta el trabajo en equipo y la convivencia de alto nivel, trata en lo posible de no provocar situaciones que den lugar a críticas, condenas y quejas. Busca siempre un buen diálogo y disfruta de la amistad con todos los miembros de tu equipo, esto hará que haya un buen rendimiento entre todos los miembros del equipo.