JOSÉ HIJO DE JACOB

La historia de José es una historia de la providencia divina que nos inspira a ser agradecidos constantemente. La historia se centra en José, hijo de Jacob, a quien sus hermanos por envidia vendieron a unos mercaderes ismaeilitas y luego estos mercaderes lo vendieron a los egipcios.

De principio la historia de José parece cruel e injusta. José era una persona muy recta e integra, le gustaba honrar a su padre Jacob, era obediente, honesto y trabajador. Sin embargo, por la atención especial que le mostraba su padre, sus hermanos comenzaron a tenerle celos y envidia. Esta es la típica historia del "¿Por qué le pasan cosas malas a buenas personas?".

José vivió como un esclavo de los egipcios por años, y a pesar que mantenía un buen comportamiento y trabajaba duro seguían las injusticias en su vida, de tal manera que terminó en la cárcel. No dejo de pensar como puede ser posible que no es justo que José le pasara todo esto.

Sin embargo, en su debido tiempo se hizo clara la providencia divina cuando el faraón necesitaba la interpretación de un sueño y solo José contaba con este don de Dios. Con la gracia que Dios le dio, el faraón coronó a José como gobernador sobre todo Egipto. Al cabo de un tiempo la familia de José fue a Egipto a buscar comida y una vez más se hizo evidente la providencia de Dios, cuando José se dio a conocer a sus hermanos como aquel a quien ellos habían vendido pero que ahora era el hombre más poderoso de Egipto y el mundo.

Nunca me dejaré de maravillar con esta hermosa historia donde en medio de tanta injusticia Dios siempre estuvo presente en la vida de José como lo está en nuestras vidas.

Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros.
-La Biblia de las Américas, Génesis 45:5