¡Opciones! ¿Qué será? #42

Creada en Canva

En esta nueva oportunidad que nos ofrece mi apreciada @patjewell, donde, como ya deben saber, nos deja 5 opciones para escoger. Tuve muchas dudas, ya que al menos tres de ello me parecieron muy interesantes, pero como solo debemos escoger uno, tuve que tomar la decisión y hacer mi elección.

Quiero que sepan que mi decisión se debió a que soy amante de la naturaleza y esta es una de las maravillas que podemos observar en ella. Entre las opciones de esta semana tenemos alas, torre, cono, desierto y tormenta, pero, para no extenderme más, mi elección fue. . .

Las Alas.

Muchas veces vemos un ave volar o un insecto y nos quedamos embelesados por su belleza, lo que nos lleva a seguirlos con la mirada hasta que se desaparece delante de nuestros ojos. Nos queda en nuestras mentes el tamaño, su colorido, velocidad, entre otras, pero pocas veces analizamos cómo logran realizar tales hazañas, aun sabiendo que tienen alas para ello.

Lo impresionante es que con las alas, aparte de volar, pueden mantener un control aerodinámico, velocidad, estabilidad y realizar maniobras, entre otros.

En el caso de los insectos, si se les daña una o ambas alas, lamentablemente no podrá seguir volando, lo que le impedirá trasladarse de un lugar a otro para conseguir su alimento o escapar de sus depredadores, lo que limita su supervivencia en la naturaleza.

El caso de las aves es totalmente distinto, ya que ellas tienen la ventaja de que mudan sus plumas, puesto que las necesitan en óptimo estado, lo cual depende de la edad, la salud del ave y las temporadas climatológicas, pero en general lo hacen al menos una vez al año.

Muchas de ellas se resguardan hasta que el proceso termina, mientras que otras siguen volando, pero en espacios cortos. Ahora bien, el tiempo de muda de las plumas depende de la especie y el tipo de plumaje que ellas poseen; puede tardar semanas o meses.

Retomando la importancia de las plumas, las mismas se dividen en dos tipos que son las plumas primarias y las secundarias. Cada grupo cumple sus funciones para que en conjunto las aves puedan volar con total seguridad.

Las plumas primarias son aquellas que se encuentran en el extremo externo, con ellas se logra el impulso para que se eleven y mantengan en el aire, pero no solo eso, estas plumas también permiten que planeen y mantengan su velocidad.

Gracias a la forma, flexibilidad y longitud de estas plumas, las aves logran su eficiencia en el vuelo, además de que les permite adaptarse a los cambios climáticos.

Las plumas secundarias son las que se encuentran más cerca del ave, lo que les permite estabilizarse y por ende controlan la dirección. Estas plumas logran ajustar la forma de las alas para las diferentes condiciones de vuelo a enfrentar. Es maravilloso saber que las plumas primarias y secundarias de manera integral permiten el vuelo del ave.

Por otro lado, sabemos que existen otros tipos de alas aparte de las que tienen las aves e insectos, también existen las que se han creado gracias a la tecnología aeroespacial y que con el tiempo se han ido perfeccionando. Me refiero a las alas de los aviones que son fijas; por otro lado, están las que llevan los helicópteros que son giratorias.

Por último, también están las que utilizan los aviones de alta velocidad y los planeadores; a estas las llaman alas delta.

Es increíble que con la tecnología y el ingenio del ser humano, hayan logrado hacer volar un aparato gigantesco y pesado, con alas, tan solo con inspirarse en las alas de las aves. Se dice que uno de los pioneros son los hermanos Wright, y que se basaron en el estudio de las aves para lograr su objetivo.

¡Gracias por leer mi publicación!

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