Portada, foto de mi propiedad.
El día más terrible de mi vida comenzó un domingo normal, fue para el año 2017 así que estaba empezando a llegar a la iglesia nueva. Recuerdo que ese domingo íbamos a salir, mi papá planificaba salir a comer en la calle casi todos los fines de semana.
Para ese momento no lo hacíamos tan seguido como en años anteriores, pero aun así se hacía el esfuerzo de comer en un restaurante al menos 2 veces a la semana. Mi papá en ese entonces manejaba un camión 350 Chevrolet.
Recuerdo que mis padres, mi abuelo y mi hermano salieron a casa de mi abuela con la intención de traerla a comer pizza en la casa, de regreso iban a comprar las pizzas en la pizzería habitual que siempre visitábamos.
Yo me había quedado sola en casa, y cuando llegaron con la pizza los acorralaron en el portón de la casa para quitarle el camión 350 Chevrolet. Los malandros no tenían la cara cubierta pero aún así no los reconocería tiempo después.
Ellos entraron en la casa e inclusive nos despojaron de todos los teléfono celulares que teníamos. Para después dejarnos encerrados en un cuarto mirando al piso, hasta que pasaran 30 minutos. Desde mi parecer, pudo haber sido peor. Pudieron habernos despojado de todas las cosas que habían en la casa ya que en el camión cabían todas esas cosas.
Pero gracias a la misericordia de Dios, no pasó a mayores y solo fueron cosas que se pudieron recuperar después, con mucho esfuerzo pero se hizo. El final le pidieron un rescate a mi papá para devolverle el camión.
Si han sucedido, de hecho ya con ese me habían robado 3 teléfonos en muy poco tiempo jajaja. La primera vez fue cuando apenas estaba luciendo en el liceo mi primer teléfono, me robaron llegando a la parada de bus.
La tercera vez fue en un bus de camino a la universidad, apenas estaba en el primer semestre. Recuerdo que no era un teléfono moderno jajaja era un ‘’perolito’’ pero igual estaba llorando porque el trauma queda en nuestra mente.
Creo que la mayor lección fue que no debemos lucir lo que nos pertenece. Aveces por querer aparentar que tenemos dinero deseamos lucir las mejores cosas, los mejores zapatos o quizás el mejor teléfono celular. Cuando realmente lo que importa es la calidad de persona que seamos, lo que es realmente valioso es lo que vean en nuestro corazón.