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Mérida, Yucatán, es la ciudad en la que he vivido la mayor parte de mi vida, la otra es la Ciudad de México. El primer período que pasé viviendo aquí fue cuando tenía once años y mis padres, que vivían y trabajaban en la capital, decidieron regresar a su Estado natal. Yo iba a entrar a la escuela secundaria. Recuerdo que de las primeras cosas que hizo mi padre al instalarnos, fue suscribirse al Diario de Yucatán. En aquella época los voceadores recorrían todas las colonias de Mérida repartiendo el periódico, la subscripción podía hacerse con ellos, quienes venían a veces a pie, otras en bicicleta y hasta en motocicleta.
Portada en el año de 1957
Portada en el año de 1988
Nada atraía más mi interés que los cartones políticos que los dibujantes de diferentes medios impresos compartían diariamente con este periódico, no es que los entendiera en aquella época pero me gustaba como expresaban ideas con tan pocos elementos. Los domingos venía el premio, ya que aparecían las principales historietas en toda una plana del Diario de Yucatán. Las que más disfrutaba eran El hombre araña, Lorenzo y Pepita, Archie, Trucutú, entre otros. Era placentero quedarse tirado en el piso mientras leía los episodios de cada historia semana con semana, aunque a veces vinieran repetidas.
Lorenzo y Pepita
(Fuente)
Recuerdo una etapa especial en que mi padre se metió de voluntario para administrar uno de los programas sociales de aquel entonces, Solidaridad, lanzado por el presidente de dudosa fama mundial, Carlos Salinas de Gortari. El programa proporcionaba asistencia para el mejoramiento de calles, alumbrado y hasta pintura para las casas. Mi papá administraba y repartía los recursos asignados. Sin embargo, los problemas políticos entre los diferentes partidos hacían a veces difícil esta administración, en ese entonces había sesiones familiares de la lectura del Diario de Yucatán, para enterarse de todos los laberintos en los que se enredaban los diputados locales, quienes se peleaban los recursos de Solidaridad para utilizarlos en sus campañas.
93 años y contando
(Fuente)
Tres veces me tocó esperar resultados importantes que aparecieron en el Diario de Yucatán, la primera fueron los anuncios de las personas a las que les tocaría participar activamente en el Servicio Militar Nacional, que en México se establecen a través de bolas blancas (no necesitan cumplir el servicio) y bolas negras (pasan un año cumpliendo servicio los fines de semana). Los resultados del examen de admisión a la preparatoria pública del Estado, Preparatoria No. 1 de la UADY, también se publicaron en el Diario. Finalmente ahí mismo me enteré de los resultados de la admisión a la carrera de Ingeniería en electrónica a la que alguna vez presenté examen en el Instituto Tecnológico de Mérida. En los tres casos, los resultados que encontré en el Diario de Yucatán fueron favorables.
Finalmente me convertí en actor y director teatral. Así que en algunas ocasiones a mí también me ha tocado salir en las noticias culturales del Diario de Yucatán, algunas veces en entrevistas a mí y a otras personas en los proyectos en los que he participado, he conocido a algunos de los columnistas del Diario, sobre todo a los reporteros culturales. Cultura es la sección que más reviso actualmente en la versión digital del Diario de Yucatán, periódico que hasta la fecha sigue teniendo una versión impresa.
Reportaje Nuestra Señora de las Nubes, de Arístides Vargas
Direción Nelson Cepeda
El Diario de Yucatán se fundó en el año de 1925 bajo la dirección de Carlos R. Menéndez.
Las acciones y excesos de los gobiernos socialistas fueron criticadas en las publicaciones periódicas dirigidas por Carlos R. Menéndez, primero en La Revista de Mérida y en La Revista de Yucatán y luego en el Diario de Yucatán. (...) En 1924, los talleres de la Compañía Tipográfica Yucateca y La Revista de Yucatán fueron saqueados e incendiados. Pero Menéndez no se amedrentó; con su Compañía Tipográfica Yucateca, el 31 de mayo de 1925, fundó el Diario de Yucatán, que circula hasta nuestros días y es uno de los periódicos regionales más conocidos en todo el país.
Justo Miguel Flores Escalante en Libertad de prensa en la posrevolución. El amparo al Diario de Yucatán (1931-1933)
Es miembro de la Asociación de Editores de los Estados (AEE) y de la Sociedad Interamericana de Prensa. Cuenta con edición online y edición digital a través de su propia app. Pertenece actualmente al grupo Megamedia y su director es Carlos R. Menéndez Losa.
@LeVeuf
Este trabajo por Miguel Ángel Canto está bajo una licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License
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