Hola amigos
En esta maravillosa dinámica semanal me animo a participar gracias a la invitación de @patidelc1207 y por su puesto a la iniciativa de @strawberry que hace posible este espacio para compartir.
Está es mi entrada
Las flores en general muestran la belleza y delicadeza de la creación de Dios. Él con su poder, no deja de sorprendernos. Una flor es un regalo del Creador que sin duda alguna alegra la vista e invita a la contemplación y a la gratuidad.
Botoncitos de Oro
Hoy en la mañana estuve viendo la variedad de flores que hay en el jardín de la escuela donde trabajo y sentía que en esta comunidad somos muy afortunados. A ver la flor de la fotografía pregunté: Cómo la llaman? y me dijeron "botoncitos de oro", me pareció un nombre muy curioso pero que le representa muy bien, por el color y tamaño que le caracterizan.
Los botoncitos de oro son muy parecidas a las margaritas pero en miniatura, de un color amarillo fuerte, con tupidos pétalos.
Simbolizan la esperanza compartida. Crecen como un arbusto y se reproducen con facilidad. Son unas flores muy sencillas, pero no por eso dejan de ser hermosas. Dan sensación de alegría esperanzadora. Su tallo frágil invita a que se le cuide en todo tiempo.
La experiencia de ver florecer un jardín alegra la vida e invita a valorar la creación de Dios, reconociendo su grandeza en cada una de sus obras .
Hoy en la mañana estuve viendo la variedad de flores que hay en el jardín de la escuela donde trabajo y sentía que en esta comunidad somos muy afortunados. A ver la flor de la fotografía pregunté: Cómo la llaman? y me dijeron "botoncitos de oro", me pareció un nombre muy curioso pero que le representa muy bien, por el color y tamaño que le caracterizan.
Los botoncitos de oro son muy parecidas a las margaritas pero en miniatura, de un color amarillo fuerte, con tupidos pétalos.
Simbolizan la esperanza compartida. Crecen como un arbusto y se reproducen con facilidad. Son unas flores muy sencillas, pero no por eso dejan de ser hermosas. Dan sensación de alegría esperanzadora. Su tallo frágil invita a que se le cuide en todo tiempo.
La experiencia de ver florecer un jardín alegra la vida e invita a valorar la creación de Dios, reconociendo su grandeza en cada una de sus obras .