Cuando vi el motivo de la fotografía sorpresa, recordé una foto reciente que tengo junto a mi hermano Manuel Sánchez Farías (mi amigo de infancia, quien me enseñó algunos acordes en el cuatro y en la guitarra; además a esculpir cofres de madera, pero sobre todo me mostró su inmensa solidaridad y abrazo de cielo en momentos de alegría y de tristeza.
Esta foto es de despedida, mi amigo, que es carupanero igual que yo, y que vivimos por muchos años en Cumaná, sobrevivió a la covid-19; su hijo lo mandó a buscar para llevárselo a México. No sé si algún día nos volveremos a ver. Por eso lo cargué, para hacerle sentir que mis brazos siempre estarán dispuestos a darle abrigo.
También le escribí estas dos décimas:
Mi hermano se va de viaje
y quizás no volverá,
la vida ya le dará
ayuda con su equipaje,
un poema yo le traje
y lo vine a despedir,
pero lo quise subir
cargándolo como un niño
demostrando mi cariño
a la hora de partir.
II
Adiós, mi querido amigo,
México será tu hogar,
no te vayas a olvidar
cuando jugabas conmigo,
recordándote yo sigo
la amistad que nos hermana,
mi corazón, la ventana
donde me asomo sonriendo,
porque te veo viviendo
un mucho mejor mañana.
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