Un sábado de alegría porque mi mamá sigue en casa de visita, además de poder llevar amor y bendiciones a otro hogar, con mucho cariño hoy escribo estás líneas porque mi Dios ha Sido muy bueno conmigo.
Despertar gozando de buena salud y dando gracias a Dios, inicie mi mañana orando para luego estirarme y saltar de la cama, mi motivación la vida, además de tener a mi mamá visitandonos y haciendo feliz a mi hijo que durmió con ella para cuidarla.
Mi mamá quería comenzar con la preparación de los dulces, así que prepare los besitos de coco para encargarme del desayuno simultáneamente, pero resolviendo gracias a mi esposo que fue en busca de pan y cumpliendo con su misión, solo hice los huevos revueltos, hice café con leche, rellene los panes y mi hermana le agregó la salsa roja, mi hijo prefirió pan dulce.
Luego de preparar dulces con mami, estar un tanto en la plataforma y escribir por telegram, llame a mi esposo para que se recordará que debíamos ir hasta la bodega antes que se fuera la electricidad, me cambié para esperarlo e hice la lista de lo que sería nuestro acto de bondad para una familia de la Iglesia a la que asistimos.
En la tienda hice la cola, espere mi turno y cuando le atendieron pedí uno a uno los alimentos, cancele un total de 42.00 bolívares y mi esposo compro otras cosas para complementar, volví a casa feliz mostrándole a mami y me dijo que se sentía orgullosa porque Dios ve las buenas acciones y retribuye en abundancia, amén. Organice en la cesta para ver cómo se veía todo y pasarle una foto al Padre quién también se alegro, mi hijo pregunto y le expliqué de lo que se trataba, también quiero que tenga un corazón generoso.
Mientras estaba en lo de la comida llene la lavadora y le lave súper volada a mi esposo su blue jeans, lo exprimir y paso por centrifugado para secar más rápido, se secaría no sabía, solo esperaba que sí, después de todo el ciclo guinde el pantalón.
Continuamos activos en la cocina, monte pasta larga para el almuerzo, servi con mantequilla y queso, los niños esperaban súper relajados la comida atentos al teléfono.
Mis suegros conversaban con mi mamá y para ellos servi dulces, porque el almuerzo ya estaba fríamente calculado.
Luego de ver qué el pantalón si se seco y pasar un momento de nostalgia con mi mamá y aceptar que en algún momento debo ir vistiendo de color, pero que aún no me sentía preparada y que la ropa del 31-12 siempre traerá el mal sabor de perder a mi hermano.
Además converse con mami sobre el viaje a la Capital de mi País, lo que me preocupa, el efectivo y los días que estaremos por allá, esperando todo salga bien y las diligencias sean positivas para no prolongar el viaje y gastar más dinero.
Después de preparar unas galletas con mi hijo salí a la Iglesia con todo lo que necesitábamos, llegamos armar las dos cesta con la comida que nuestros corazones dispusieron para bendecir un hogar, hace poco hablaba en un concurso de generosidad y este día lo sería con una familia.
Nos quedamos en la parte de afuera para esperar el inicio de la bendición de la luz, hicieron la fogata y al llegar el Padre se inició, encendiendo las velas uno a uno, para que seamos capaces de llevar luz a diferentes lugares.
Viví la eucaristía, cante y baile para alabar a Dios, dando gracias infinitas por su maravilloso amor, realizaron la lectura de solo cuatro de las sietes palabras por lo extenso que sería, además que comenzó a llover cuando se dió la bendición del agua.
Fue un momento maravilloso, cerraron los jóvenes con la Resurrección de Jesucristo y el Coro amenizó con sus hermosas vives y popurrí alegre para continuar alabando a Dios.
La entrega de la comida la realizamos de forma menos publica ya que la señora que escogimos mi esposo y yo no quiso hacerlo frente de los demás, respetamos si decisión, estaba muy agradecida y no esperaba recibir esa alegría.