No sé cómo le dirán en otras partes de Venezuela y el mundo, pero así se le conocen por aquí, por dónde yo resido a lo que por las tardes yo utilizo para calmar mis ansias y el hambre, dos cosas que se parecen mucho, pero cuando la ocasión se dan son buenas para comernos un "vuelo" tampoco sé cómo le dicen a "merendar" en otras partes, pero por aquí le decimos: vamos a lanzarnos un "vuelo"
Algo muy difícil de eludir
Pero en el caso de los dulces, son muy sabrosos, pero hay que tener cuidado, primero a no volvernos adictos, esa es la palabra exacta, y segundo, para evitar esa dependencia a ellos, debemos saber identificar cuando tenemos hambre y cuando es una ansiedad, porque son dos cosas que se parecen mucho, y la calma a cada una de ellas es comer algo, algo aún más complicado, porque nuestro cuerpo reacciona de manera satisfactoria luego de haber ingerido cualquier alimento de ese tipo.
¿No les pasa a veces que les da sed, pero es una sed de solo tomar agua? Que no nos provoca más nada que calmar nuestra sed con agua, nosotros debemos identificar esas necesidades del cuerpo. También pasa cuando queremos comer algo salado o dulce, es lo mismo, pero centrándonos en lo de la ansiedad, la logramos vencer ocupando nuestra mente en algo en particular, en una cosa que de verdad nos ocupe.
Creo no hay otra solución más efectiva que esa, porque así ocupas tu mente y tu cerebro, y no hay manera de que ella, la ansiedad aparezca antes que la necesidad real y normal de todo cuerpo, la cual se llama hambre, y pues la clave también de una buena alimentación y estar en la línea, es solo comer cuando tenemos hambre, es difícil, pero si se puede, a mí me ha funcionado.