Saludos aprecidados steemians, sean tod@s bienvenidos nuevamente hoy quiero hablarles sobre una experiencia familiar, que nos ha permitido compartir y disfrutar los beneficios del trabajo en equipo.
Todo comenzó en marzo del 2020 cuando yo comencé una campaña dentro de la casa para motivar a todos a un proyecto de siembra familiar y realicé un semillero de ají, tomate y berenjena. Al principio solo las niñas estaban entusiasmadas, pero después de verme limpiando el terreno, mi mamá y mi esposo se unieron, comenzamos este proyecto acondicionando un espacio de 5 mtrs ancho por 7mtrs de largo aproximadamente, donde mi esposo debo reconocerlo tuvo el trabajo más duro, mover esa tierra donde nunca antes se había sembrado (con un pico,como única herramienta).
Nos mantuvimos regando esa tierra y mezclandola con otra más negra, a modo de ir abonandola para el momento de sembrar las matas y fue en el mes de abril de ese 2020 cuando dimos paso a sembrarlas, formamos varios canales y entre ellos alternamos las plantas con hileras de ají, berenjena y tomate. Durante todo ese mes y el siguiente nos dividíamos el trabajo de regar las plantas, en las mañanas lo hacía yo junto a las niñas y en la tarde mi esposo con mi mamá, pues vivimos en una isla y el calor es bárbaro.
Fue el 20 de junio de ese mismo año cuando las niñas saltaban de alegría pues las plantas tenían sus primeras flores (yo ya había visto las flor de tomate,pero no dije nada.)
Con mucha alegría el 28 de julio en la mañana, antes de desayunar todos nos fuimos al huerto, era el día de recoger la cosecha, fue maravilloso recoger aquellos vegetales, que enseguida mi mamá preparó, pues nos hizo de desayuno arepas rellenas con berenjena frita y queso, yo sentía que era la comida más deliciosa que había probado y fue entonces cuando comprendí el orgullo que siente un agricultor cuando recoge su cosecha.
Ya paso casi un año desde aquel día de cosecha y hoy seguimos recogiendo berenjenas de ese mismo huerto, no se hasta cuando seguirá la naturaleza bendiciéndonos con estas plantas, pero estamos muy agradecidos con Dios, pues en varias ocaciones han sido nuestro plato principal.