PISCINADA
Yo crecí en el agua... desde los 6 años de edad practiqué natación, fui campeón estatal, regional y asistí a más de 25 eventos nacionales obteniendo posiciones entre los primeros 8 puestos del país; abandone el deporte a los 20 años de edad. Fueron tiempos hermosos los que viví en la piscina. Habían días donde literalmente pasaba el día en el agua, todos mis recuerdos de niñez y juventud son en una piscina o algún club.
Durante la semana, mientras conversaba con mis padres y recordabamo aquello buenos tiempos, nos dimos cuenta que mis hijos casi no han visitado la piscina. Mi mamá me dijo que tenía una vecina que tiene una piscina en su casa y que nos podía alquilar el espacio de su casa por casi nada. La vecina solo nos pidió 5 litros de cloro para poder usar la piscina.
Tenemos la visita de unos amigos en casa, ellos están pasando unos pocos días por acá ya que deben continuar su viaje hacia Argentina. Ellos también tienen una niña pequeña de 4 años de edad que se hizo muy amiga de mis hijos. Todos juntos fuimos a la piscina a disfrutar el momento.
Yo había pasado todo el día diciendo que necesitábamos meternos a la piscina porque últimamente está haciendo demasiado calor en la ciudad. Fue delicioso poder refrescarnos, compartir y bañarnos tanto en la piscina.
Cristofer, mi hijo de 3 años se quito la ropa y todos nos quedamos sorprendidos porque fue el primero en lanzarse al agua, pero se lanzó como si el fuese un experto nadando jajaja... tuve que salir corriendo y tirarme al agua porque el no sabe nadar pero me sorprendió su osadía, no le tenía miedo al agua y no le importaba que no supiera nadar.
Mi hija Sheila de 6 años si tenía algo de miedo al principio pero solo le duró por un rato, al ver a su hermano jugar ella también comenzó a divertirse como nunca.
La piscina era profunda, era de mi tamaño en profundidad y yo debia estar muy atento porque mi esposa tampoco sabe nadar jejeje.. así que debía estar atento a todos en el agua.
Aproveche de darle una clase a mis hijos y también a mi esposa jajaja... ya que yo crecí en el agua a veces me sorprende que un adulto no sepa nadar jejeje.. es muy fácil..!!
Les enseñe a hacer patadas, aguantar la respiración, a flotar y hacer brazadas, lo básico. Mis hijos agarraron tanta confianza que ya querían nadar, yo aproveche de soltarlos de vez en cuando.
Definitivamente nos reímos demasiado, los niños tragaron agua, salieron con los ojos rojos, tenían la piel arrugada pero estaban felices. Los adultos salimos muy cansados jajaja... pero los niños querían seguí jugando.
BENDICIONES
