Lunes de Escritura 11/07/2022 / El chisme /#sv-escritura/por @leonciocast

Hola mi gente bella de Steem Venezuela. No podía faltar a la cita de los lunes para dejar mi granito de arena a la comunidad a través de esta historia que espero como siempre disfruten.

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El chisme

Aquella noche regresé algo tarde del trabajo y cuando llegué mi hija de cinco años me recibió extendiéndome las manos para que la cargara y le diera un fuerte abrazo. Era como si ella presintiera la necesidad que tenía yo de sentir ese afecto en mi interior, pues en realidad su madre y yo estábamos al borde de separarnos y llevábamos algunas semanas sin decirnos palabras y durmiendo en habitaciones separadas.

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Mi hija me pidió que la acompañara a la habitación donde estaba su madre, pero yo no deseaba acercarme a ella, pero como la niña insistió tanto no me quedó otra opción. Al entrar me sentí obligado a saludarla y ella en posición a la defensiva me manifestó que no estaba para saludos.

Aquella situación intolerable entre nosotros había llegado a causa de una serie de chismes donde se aseguraba que me habían visto con otra mujer y que mi esposa inmediatamente creyó sin importarle todo el tiempo que llevábamos juntos y la confianza que yo creía me había ganado con mi proceder.

Aquello me hirió tanto que ni siquiera quise explicarle lo ocurrido y a partir de ese momento poco a poco nos fuimos distanciando. Mi hija, tomó la palabra y con un tono muy alto nos dijo: “Quiero que ustedes se quieran como antes lo hacían, porque ahora lo que hacen es pelear siempre y eso no me gusta”.

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Mi esposa, no pudo evitar sonreír ante la petición de la niña y de alguna manera yo le correspondí igual y le dije: “Hija, tú no tienes edad para entender lo que pasa entre tu mamá y yo pero te prometo que haremos el mejor esfuerzo por cambiar las cosas”.

La niña miró a su mamá y le preguntó: “¿Mamá y tú qué dices, vas a seguir disgustada con mi papá?”.

Mi esposa, parecía no entender aquello pero de alguna manera se sentía obligada a darle una respuesta justa a la niña por lo que dijo: “Bueno, si su padre se disculpa y promete no volver a faltarme como lo hizo, estoy dispuesta a intentarlo de nuevo”.

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Yo no lo podía entender, mi hija nos estaba dando una lección, ¿cómo era posible que una niña de tan solo cinco años pudiera estar haciendo de árbitro o juez de paz para lograr nuestra reconciliación?

Como vi a mi esposa en plan de escucha le dije: “Ya sabes que yo no soy de esos hombres mujeriegos y como pareces que estas dispuesta a oírme quiero contarte mi versión de los hechos si lo deseas”.

Ella con su ojo penetrante me miró asintió con la cabeza diciendo: “Soy toda oídos”.

Entonces le dije: “Recuerdas que mi padre antes de casarse con mi madre tuvo otra relación donde tuvo un hijo. Pues bien, luego de diez año fuera del país regresó con su esposa y justo en esa semana que dijeron que me habían visto con una mujer, al que vieron realmente fue a él con su esposa y me imagino que te aseguraron que era yo, porque mi medio hermano es muy parecido a mí y te lo voy a demostrar mañana en el almuerzo porque lo invitaré a almorzar”.

Mi esposa se mostró sorprendida y ansiaba ver a mi hermano para quitarse aquellas dudas que sus amigas le habían sembrado.

Llegada la hora del almuerzo, el timbre sonó y mi esposa fue a abrir, quedando atónita por el parecido de mi hermano conmigo y de lo hermosa que era su esposa, así que en cuanto se recuperó de la sorpresa los hizo pasar y sin dar explicación se me acercó, dándome un fuerte abrazo y un beso que para mí fue muy satisfactorio y selló nuestra reconciliación.

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Cuando acabamos de almorzar mi esposa hizo una llamada a su mejor amiga y vecina pidiéndole se acercara a nuestro apartamento, ésta en cuestión de segundo llegó y mi esposa la hizo pasar a la sala donde estábamos sentados mi hermano, su esposa y yo y mi mujer le dijo a la vecina, la próxima vez que te enteres de algo en relación a mi pareja te agradezco hasta no lo hayas constatado no me lo digas, porque mi esposo y yo casi nos divorciamos por tu chisme.

A veces en la vida ocurren casos como este pero desgraciadamente no tienen finales felices como el que acabamos de presenciar y todo se debe al daño que ocasiona el chisme o el falso rumor que desprestigia y crea incertidumbre.

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