A ellas tambien les pasa... (Cuento) Lunes de Escritura

Saludos queridos amigos de la comunidad de Steem Venezuela, siempre es un gusto saludarles, desearles éxitos y bendiciones desde el lugar en que se encuentren, además de agradecerles por el tiempo que se toman para leer estas líneas, las cuales les escribo con mucho placer y cariño.Hoy quiero contarles un cuento de esos de ficcion, basados en experiencias reales. Ahí se los dejo, espero que les guste.

Una vez una amiga con la que salia me dijo que, le daba miedo tomarme en serio, pues se dicen muchas cosas de la gente de mi profesión, la de policía, que eramos muy mujeriegos y teníamos una mujer en cada esquina. La verdad, si supe de muchos compañeros que hacían honor a esta regla, mientras le juraban amor a una, tenían tres muchachitos con la otra y así unos cuantos cuentos.

Sin embargo, el espectáculo de las infidelidades no era de empleo exclusivo de los hombres en este mundo, tenia muchas compañeras que eran muy tremendas. Veían sus infidelidades como deporte, se reían e incluso entre ellas se contaban cuentos de opiniones sobre nosotros que solo ellas se cuentan.

El caso de "Maria" es uno de los que siempre me acuerdo con humor, ella era una mujer muy extrovertida y bochinchera, siempre era el centro de atención en las reuniones que hacíamos los viernes que librabamos fin de semana. Su atractivo era su personalidad, entraba en confianza con cualquier persona como si la conociera de toda la vida y nuestro grupo la adoraba.

Estaba casada con un tipo que no le caíamos bien para nada, era lo que le decíamos un "civil", un ciudadano común y corriente que no tiene idea de como funciona nuestro mundo. Ellos se habían conocido antes de Maria convertirse en policía, no le gustaba la profesión, pues decía que ella había cambiado mucho después de la academia.

Un viernes para irnos libres de fin de semana, Maria veía mucho el reloj, sacaba el teléfono de la cartera a cada rato, como esperando una llamada o un mensaje de alguien, se tomaba una cerveza con nosotros pero estaba menos habladora de lo que era habitualmente. "Problemas con el esposo" pensaron muchos, así que cada quien intentaba animar la reunión en vista de la actitud silenciosa de quien siempre animaba.

De repente su teléfono sonó con la notificación de un mensaje de texto, se le iluminaron los ojos y esbozo una sonrisa, despidiéndose apresuradamente. Mientras lo hacia buscaba entre sus contactos un numero que marco, se escucho claramente cuando dijo:-"Acuesta a las niñas a las 9 que yo no voy a llegar esta noche, tengo operativo y voy saliendo"-. Luego le hizo señas a otra de las compañeras que se la pasaba mucho con ella, al parecer iban a salir juntas.

Salieron del localcito cercano al comando, donde estábamos bebiendo, pero permanecieron en la parte de afuera. Al parecer las personas a las que esperaban se habían retrasado, por lo que compraron dos cervezas mas adentro volvieron a salir mientras esperaban. En eso algo paso, vimos a Maria salir corriendo, todos nos pusimos en alerta, pues pensamos que algo malo sucedía, salimos a ver que pasaba. El esposo de Maria había llegado con las dos niñas, al parecer le habían comprado comida y se la fueron a llevar.

Como el poder del chisme puede mas que cualquier cosa, nos acercamos disimuladamente (imaginen un grupo de 20 personas mas o menos, medio ebrios y pendientes de un chisme que disimulados pueden ser). La familia de Maria la esperaba en la entrada del comando, a los poco minutos la vemos bajar uniformada, con visible cara de molestia. Tuvo que comer acompañada de su esposo y sus hijas dentro del comando, mientras que su amiga se iba con un tipo que las fue a buscar en una camioneta, de esas que tienen un sonido con cornetas hasta en los rines de los cauchos y con mas luces que el estadio universitario.

No retiramos a nuestras casas y el esposo y las hijas seguían allí con Maria, quien tuvo que quedarse uniformada con su familia en su día libre, pues tuvieron la idea de esperar que mama terminara de trabajar para regresar todos juntos a casa. Creo que por eso no es bueno hacer planes, o decir mentiras.