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Aprovecho esta oportunidad para compartir con ustedes la inmensa felicidad que he tenido la suerte de vivir desde el primer instante en que supe que me iba a convertir en abuela, sabia que la llegada de esta bebe iba a transformas mi vida por completo, en primer lugar porque era un anhelo de mi corazón y luego porque tenia la referencia de una gran cantidad de personas que me repetían una y otra vez que el amor que se sentía por un nieto era algo totalmente indescriptible así que rápidamente me hice a la idea y fui disfrutando todo el proceso que conlleva el prepararse para su nacimiento.
Tuve la oportunidad de poder estar involucrada durante los 9 meses de su gestación, comprándole ropa, haciéndole mantas, sus pañales de tela y cintillos entre otras cosas. Hasta que por fin un 25 de junio nació y de forma casi instantánea se robo mi corazón por completo.
Definitivamente Shalom trajo una inmensa felicidad a mi vida y hogar en general, es una niña hermosa y he podido disfrutar de ver su proceso de crecimiento lo cual considero que es una gran bendición.
Estoy disfrutando esta etapa como abuela en que estoy cuidándola y llenándola de amor, siento que la diferencia entre ser abuela y ser madre es que ya tenemos mas madurez y experiencia, así que podemos desde una posición sin tantas exigencias e improvisación intentar hacer lo mejor para que puedan desarrollarse de la mejor manera y a medida que vaya creciendo que pueda aprender las cosas importante de la vida como lo son los valores.
Disfrutando mi etapa como abuela
Me hace muy feliz el poder ciudarla, alimentarla e ir conociendo todos sus gestos y características. La verdad es que es una etapa que me encanta y que agradezco a Dios porque llego en el momento indicado y se ha robado el corazón de todos los integrantes de mi familia. Es por ello que a pesar de haber vivido tantos momentos felices en mi vida he elegido compartir esto porque es lo mas reciente y que aun me encuentro disfrutando y sintiendo esa máxima felicidad día tras día.
Dandole su tetero a mi nieta
Se que aun es mucho que me falta por experimentar en esta nueva etapa, así que disfruto cada momento y cada una de sus ocurrencias, porque se va a crecer y ya no estará en mi brazos, pero se que siempre estaré para protegerla, cuidarla y enseñarla en todo lo que pueda.
Esta ha sido mi participación, me ha gustado compartir parte de mi experiencia siendo una abuela que disfruta el cuidar y estar presente en el proceso de crecimiento de mi nieta y eso me causa una inmensa felicidad.