¡Feliz y bendecido día para todos!
El trastorno de la depresión infantil se ha caracterizado por ser, una enfermedad silenciosa que fácilmente pasa desapercibida. Del mismo modo, la mayoría de las veces es desconocida o confundida con otros trastornos e incluso, olvidada.
En diversas ocasiones, las personas consideran que es totalmente imposible que un niño sea víctima de la depresión porque a juicio de ellos, los pequeños de la casa no tienen motivos para preocuparse y tampoco asumen responsabilidades porque todo, se lo dan o solucionan sus padres.
Ahora bien, de acuerdo a datos que han suministrado varias investigaciones, en la actualidad, 1 de cada 100 niños y 1 de cada 33 adolescentes, están padeciendo el trastorno de la depresión. No obstante, estas estadísticas encienden con más fuerza la alarma porque, solo el 25% de los niños y adolescentes que están deprimidos, son diagnosticados y tratados por un especialista en el área de la salud mental.
Cabe destacar que, el porcentaje tan bajo que representa el diagnóstico y atención de este trastorno es, la consecuencia que se genera por la indiferencia de los adultos o también puede suceder por un dictamen equivocado. Es importante destacar que, este tipo de conclusión errada se lleva a cabo cuando lo confunden con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Los primeros síntomas de este trastorno comienzan a reflejarse cuando el niño está en una situación personal vulnerable ya que, al no tener una habilidad emocional, social o cognitiva, llega a sentir una presión personal evitando así que, responda correctamente porque su estado emocional y cognitivo se bloquea.
Es importante tener en cuenta que, cuando los niños no tienen herramientas necesarias para responder durante una situación incómoda, se cargan de estrés y al mismo tiempo, se desencadena una carga emocional muy negativa en la que él se convierte en una persona frágil.
Características de un niño deprimido
La depresión y tristeza son separadas por una gran sombra porque, ambos cuadros desarrollan estados de ira y para la persona que están en esa situación; es un sentimiento normal, se adaptan rápido y quienes forman parte de su entorno, lo traducen en una conducta normal.
Algo resaltante que se debe tener en cuenta es que, un niño o adolescente en algún momento determinado, van a sentirse triste por tal razón, no hay que acreditarle trastornos a todas las emociones que una persona llegue a sentir.
Debido a lo antes expuesto, es indispensable que todos los padres y profesores institucionales tengan conocimientos para poder diferenciar entre la tristeza y depresión en un niño. Ahora bien, una de las claves está en analizar cuál es la frecuencia, duración e intensidad de ese estado emocional.
Posterior a lo antes expuesto, hay que analizar cómo está interviniendo en su actividad cotidiana partiendo de: pérdida de apetito, insomnio, irritabilidad, agitación y dificultades físicas y motoras.
Cuando un niño está deprimido, su enfado e irritabilidad son emociones que se manifiestan con mucha frecuencia; característica diferencial en la depresión de un adulto porque, ellos presentan cuadros de desconsuelo y tristeza. Por otra parte, la agitación también es una característica que tienen los niños deprimidos.
Ampliando las características podemos resaltar que, la depresión en una persona adulta produce una notoria actitud lenta a nivel psicomotriz, situación adversa en los niños porque en ellos, se desarrollan estados de hiperactividad y debido a esto, en algunas situaciones se ha llegado a confundir con el TDHA pasando así, a un nivel desapercibido.
Una de las maneras más contundentes que permite descifrar si el niño tiene depresión es, conociendo sus sentimientos y conductas en situaciones puntuales porque si el adulto conoce esas características, tiene la herramienta necesaria para saber si algo no está funcionando correctamente.
Todos los adultos deben conocer los factores vulnerables del pequeño al momento de socializar y buscar soluciones. En caso de aislarse y tener actitudes negativas, es indispensable preguntarles por qué lo hacen y observar la conducta que tiene en esos momentos.
La depresión infantil se caracteriza, por desarrollar un estado emocional donde renuncian a todo antes de buscar soluciones. Para ellos es normal que las cosas no tengan buenos resultados y sienten que nada funciona bien porque ellos tienen la culpa.
¿Qué explican las teorías de la depresión infantil?
Varias investigaciones de depresión infantil detallan que, actualmente se está llevando a cabo una educación con niños muy indefensos porque, a veces algunos padres castigan a sus pequeños por una conducta que consideran inapropiada en ese momento, sin embargo, en otras oportunidades se ha visto que los premian por la misma acción que anteriormente rechazaron.
Del mismo modo, los niños de esta generación, no son educados con límites y tampoco reciben enseñanzas de cómo pueden afrontar episodios de frustración. Para que esto no ocurra, las teorías que explican la depresión infantil sugieren que los padres le transmitan a sus hijos el valor de apreciar lo que tienen.
De igual forma enseñarles que para alcanzar algo, es importante saber que se debe dedicar tiempo, esfuerzo, constancia y trabajo. En caso de llegar a equivocarse, hay que enseñarles que es posible volver a intentarlo.
Ahora bien, las teorías psicológicas explican que todos los aprendizajes anteriormente señalados se adquieren, por medio de la experiencia personal porque, si los padres llevan a sus hijos con una educación en la que no exista el esfuerzo; la experiencia aleccionadora no se llevará a cabo.
Teorías tergiversadas en la depresión infantil
La primera distorsión se lleva a cabo cuando los valores que sustentan o respaldan el autoestima son tergiversados. En algunas ocasiones, los pequeños aprenden de forma sesgada un tipo de creencia. Por ejemplo, si el niño no tiene las mejores calificaciones de su sección, es un mal estudiante. Si los adultos le transmiten ese mensaje, se les condiciona a interpretar una realidad equivocada.
Es importante señalar que, a los niños no se les puede educar con la creencia de ser personas perfectas porque, equivocarse es algo que en algún momento va a suceder. Ahora bien, en esta situación lo que se les debe transmitir es que, rectificar es posible y una excelente acción.
Suicidios por cuadros de depresión infantil
De acuerdo a informes que ha suministrado la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 72% de los niños y adolescentes que están experimentando episodios depresivos, tienen pensamientos suicidas; por tal razón, es el factor principal que ha llevado al sector salud a promover la consciencia y educación en este tema.
Un dato importante en el porcentaje anteriormente mencionado es que, el pensamiento suicida en los niños no es verbalizado, sin embargo, la forma que utilizan al momento de comunicarse es la mejor manera de conocer dichas ideas. Estas alertas ellos las transmiten por medio de juegos o dibujos por ello, es indispensable que los adultos aprendan a descifrar estos mensajes.
Son pensamientos hereditarios
Quieren llamar la atención
Si ya lo decidió, no cambiará de decisión
Las personas con tendencias suicidas, tienen esa conducta toda su vida
Si habló del suicidio, lo hará sin dudarlo
Las personas que se suicidan son débiles
Todos estos mitos son falsos por tal razón, es importante aclarar esta situación porque con ellos, el problema del suicidio ha sido un factor elemental en el incremento de esta acción.
Acciones que se deben tomar en caso de estar cerca de una persona con depresión infantil
La primera acción a tomar es, buscar ayuda especializada con un psicólogo. Ellos por medio de terapias detectarán cuáles son las causas del problema para posteriormente, enseñarles a superar el trastorno. Cabe destacar que, estas sesiones de terapias involucran al afectado, su familia y otras personas que constantemente estén en su entorno.
Las terapias que se ejecutan con los niños, son diferentes a las que realizan con sus representantes. Al pequeño le enseñan herramientas que le permitan aprender a desarrollar habilidades al momento de solucionar problemas, afrontar sus miedos y cómo pueden manejar sus emociones. En cada sesión, ellos aprenden a modificar sus sentimientos negativos, se valoran y conocen cómo pueden mantener un estado emocional que los ayude a disfrutar los momentos en su vida.
Haciendo referencia a las terapias que reciben los padres del niño se destaca que, ellos aprenden a manejar correctamente la conducta de sus hijos. Adquieren herramientas que les permita escucharlos de manera empática, sean más afectivos y los orienten a tomar decisiones.
Para concluir, la depresión infantil es un trastorno que puede ser evitado por ello, el amor incondicional hacia los niños es indispensable. Para que ellos se sientan amados, hay que expresarles todo el amor y hacerles saber que a pesar de las circunstancias, no dejarán de amarlos. Del mismo modo, es importante que les enseñen correctamente los valores, los motiven al esfuerzo, dedicación, constancia y disciplina.
La comunicación adecuada permitirá que la experiencia sea agradable para ambas partes y en caso de estar en una situación inapropiada, no se debe ceder ya que, es importante educarlos en lo correcto.
.jpg)
Las imágenes editadas en esta publicación fueron creadas por mi a través de Canva con excepción de las citadas.