Here we go again Dear Diary friend, me ausenté por varios días y nadie dijo nada, ni tu te preocupaste por preguntarme como estaba, ya veo con quién cuenta la patria. Pero así es la vida amigo Diario, me levanto hoy lunes de lo más optimista a trabajar, ya me siento más recuperada, la semana pasada tuve una fuerte conjuntivitis alérgica que hasta me tuve que alejar del computador y creo que esto se debió a que estuve toda la semana pasada asistiendo a la universidad cerrando el semestre, y hasta ayer domingo estuve corrigiendo exámenes.

Por suerte este lunes debería estar más ligero, al menos eso es lo que pienso y salgo de casa solo por diligencias y asuntos pendientes de trabajo, al menos me llevó toda la mañana y como siempre al regresar a casa no tenía nada de almuerzo pero si encontré una sopita de pollo en el congelador, esto es un tesoro escondido para casos de emergencia como hoy. Así que la sopita me salvó el almuerzo.

Como la vista me arde un poco, la siesta me serviría para descansar con los ojos cerrados pero el “maligno” siempre hace lo suyo, bastó que colocara la cabeza en la almohada y el teléfono enloqueció con mensajes y llamadas, hay Mr. Diario, te imaginarás lo “dulce y cuchi” que me puse, y no me quedó más remedio que suspender la siesta y buscar algo que hacer, se me ocurrió trabajar un rato en un asunto que postpuse y lo hice con una meriendita dulce más café.

Cuando vi mi reloj ya era tarde para ir al gym, me asomé al a ventana y ya estaba cerrando la tarde, tomé una fotico. Y decidí estirar “estiré” las piernas unos segundos caminando del computador a la cocina para preparar el almuerzo de la semana, me digné a cocinar algo sano, hice un “pollo sudado”, cosa que jamás he cocinado realmente, pero me provocó prepararlo como lo hacía mi abuela. Y mientras se cocinaba, saqué el último lote de exámenes por corregir y los acompañe al “rito de un vino tinto”, porque todavía estaba brava por la interrupción de la siesta de la tarde.

Todas las fotos son mías, tomadas con mi teléfono RCA-M1.