Amigo Diario, pudiste notar que los martes son hice diario ni entré a Steemit. Este marte ocurrió una tragedia en casa de unos familiares en Barcelona, una casa vecina “explotó” literalmente a causa de una fuga de gas presumiblemente, y los fragmentos de la explosión cayeron en el techo de la casa de mis familiares y este se desplomó parcialmente justo encima de dos abuelitos que estaban allí en el momento. Esto fue suficiente para descompensarme el día y estuve con ellos brindando apoyo hasta horas de la noche, volví a casa muy agotada.

Pero este miércoles me despierto muy optimista y como siempre a la fuerza, salí de la cama a las 8 am sin pelear con las sábanas y me arreglé para ir a una de las oficinas donde trabajo, no desayuné, solo me llevé un jugo en mi vaso térmico y no hubo selfie de salida tampoco. Pasé toda la mañana ocupada y a salir de allí fui a casa de mis familiares para ver el inicio de los arreglos.

Luego de dejar algunas instrucciones a mis familiares para lo que será el techo nuevo, me fui a casa casi a las 3 pm, directo a almorzar, pero como siempre en el trayecto me detuve por unas compras sencillas, el objetivo principal era comprar un “plagatox” tipo espiral, de esos de la época de “maría castaña”.

Al entrar a la casa ya a mitad de la tarde, almorcé muy al estilo fit, tengo que ponerle seriedad al asuntico de las comidas, ayer martes obviamente no entrené y hoy tampoco porque tengo trabajo retrasado que debo poner al día. Así que almorcé y descansé como cada arde hasta donde pude.

Las noticias advirtieron sobre el ciclón en curso y sentí temor por la casita de los abuelos porque se perdió parte del techo, pero no llovió gracias a Dios. Por cierto que los abuelitos sufrieron heridas graves en la cabeza y fractura en un pie, pero están mejorando.

Ya al final de la tarde me dediqué a trabajar hasta que el hambre me hizo recordar que ya era noche y que tenía que hacer un break. Así fue, cené “anti-fit” porque no quería cocinar nada, estoy bastante triste y preocupada por lo que sucedió, y en la nevera tenía una empanaditas “huérfanas”, no podía dejarlas más tiempo esperando por comerlas, hasta que sacar las ”cosas dañinas” de la nevera.

Luego de la cena se me ocurrió prender un “plagatox” que compré, resulta que no es de la marca original que conocemos en Venezuela, este que compré es “japonés” y en el empaque se llama incienso negro, aunque es el mismo ingrediente. Debo confesar que tengo cerca de 34 años sin usar un asunto de estos para las plagas, pero como tengo unas plagas del tamaño de un “colibrí”, creo que esto puede ayudarme a sacarlas, pero me llevé una triste sorpresa, cuando el espiral de “plagatox japonés” llevaba un buen rato encendido, vi una plaguita “muy sentada” en el otro extremo de la espiral, disfrutando el aroma pensé yo. Creo que no funcionó mi idea.

Querido Mr. Diario, aparte de triste también decepcionada por el fracaso del plagatox, pensé que era para ahuyentar a las plagas y zancudos pero lo que vi fue bastante raro. Por lo pronto, en los planes de mañana está seguir con las reparaciones del techo de la casita de los viejitos y sacaré tiempo para ir a entrenar. Bye, Bye.

Todas las fotos son mías, tomadas con mi teléfono RCA-M1.