La familia del crimen Lucchese es una de las "cinco familias" que dominan las actividades del crimen organizado en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, dentro del fenómeno criminal nacional conocido como la Mafia (o Cosa Nostra).
La familia se originó en la década de 1920 con Gaetano Reina sirviendo como jefe hasta su asesinato en 1930. Fue tomado por Tommy Gagliano durante la guerra de Castellammarese, y conducido por él hasta su muerte en 1951. La familia debajo de Gagliano era pacífica y discreta, concentrando sus actividades criminales en el Bronx, Manhattan y New Jersey. El siguiente jefe fue Tommy Lucchese, quien convirtió a la familia para convertirse en una de las familias más poderosas para formar parte de la Comisión. Lucchese se asoció con el jefe de la familia del crimen Gambino, Carlo Gambino, para controlar el crimen organizado en la ciudad de Nueva York. Cuando Lucchese murió de causas naturales en 1967, Carmine Tramunti controló a la familia por un breve tiempo; Fue arrestado en 1973. Anthony Corallo entonces ganó el control de la familia. Corallo era muy reservado y pronto se convirtió en uno de los miembros más poderosos de la Comisión. Fue arrestado y condenado en el famoso caso de la Comisión de 1986.
Durante la mayor parte de su historia, la familia Lucchese fue contada como una de las familias de crimen más pacíficas de la nación. Sin embargo, eso cambió cuando Corallo nombró a Victor Amuso su sucesor poco antes de ir a la prisión. Amuso más adelante promovió a uno de sus socios de largo plazo, Anthony Casso a underboss. Ellos instituyeron uno de los reinados más sangrientos en la historia de la mafia, ordenando virtualmente a cualquiera que los cruzara para ser asesinado. Amuso fue arrestado en 1991 y sentenciado a cadena perpetua. Varios sabios de Lucchese, temiendo por sus vidas, se volvieron informantes. El más destacado de estos fue el jefe de actuación Alphonse D'Arco, quien se convirtió en el primer jefe de una familia de crímenes de Nueva York para testificar contra la multitud. Esto llevó a la detención de toda la jerarquía de la familia Lucchese, y Casso también se convirtió en informante. Los testimonios de estos informantes casi destruyeron a la familia, con la mitad de sus miembros encarcelados. Amuso ha seguido gobernando a la familia desde la cárcel.