Fuente: en.wikipedia.org
Me ha pasado en infinidad de ocasiones y en los momentos poco oportunos. La inspiración para continuar una historia o para crear una nueva me obliga a pensar que los días comunes físicamente son aburridas, pero creativamente son toda una aventura.
Hoy fue un ejemplo de eso. Justo en medio de la búsqueda de empleo como docente, un campo en el que no tengo experiencia, pero que deseo obtenerla para aumentar más mi currículum laboral y no se limitase solo al de traductora, llegó doña inspiración.
Y con ella, un capítulo nuevo de un relato llamado "El Lobo Rojo". Ese capítulo lo redacté una y otra vez en una cafetería restaurante llamado " Mi Viejo Molino", lugar ampliamente recomendado para los turistas por su atención al cliente.
Lo terminé regresando a casa, quedándome satisfecha y a la vez intrigada por cómo finalizar la historia.
Quizás mañana o pasado lo descubra... O quizás continúe con la espera.