El impulso ante el destiempo.
Un conjunto de intersticios inolvidables,
de momentos felices.
Un amanecer cotidiano, prueba de mi existencia.
Pero solo tú me llamas “vida”.
No soy tu vida, formo parte de ella
Y en el amor me identificas tan vital
como los cuatro elementos.
Es el tuyo y el mío que se sincronizan con el frenesí de los besos.
Y desde ese instante, un infinitesimal instante,
compartimos el gusto de ser una vida.
Por:
Neira Urdaneta. ;)
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