Hola comunidad Steemit, gracias por visitar mi blog y hacer parte de esta lectura.
El muy conocido y triste suceso del 11 de Septiembre del 2001.Cuando tuvo lugar este hecho, yo tenía 16 años, en ese tiempo yo vivia con mis abuelos en una finca a las afueras de la ciudad.Eran aproximadamente las 11 de mañana cuando prendí un pequeño televisor y en todos los canales estaban pasando esta noticia; Yo no entendía que estaba sucediendo sólo miraba un edificio del cuál salía humo, cuando de repente muestran un avión que se dirigía a uno de los edificios y el reportero decían que ya era el segundo avión o algo así.
Yo de verdad seguia sin comprender todo lo que estaba sucediendo en ese momento, soy de nacionalidad Colombiana y para mi era extraño ver un hecho de esta mágnitud, en un instante pensé, debe ser una broma esto no puede estar pasando.En realidad no comprendia que lo que estaba sucediendo era muy grave, que estas Torres Gemelas eran algo muy importante en EE.UU, además que no sólo eran una simple construcción, allí funcionaban oficinas y por lo tanto habían personas trabajando y con este atentado estaban en riesgo miles de vidas.
Hace ya 16 años de éste terrible suceso, para esa época no comprendí muy bien,pero hoy día ya soy muy consciente de este triste hecho. Sólo puedo pensar en las miles de vidas que se perdieron, y de algunas pocas que contaron con la suerte de salvarse.
Me entristece enormemente, cuando llega la fecha de este atentado, y las familias tienen que recordar con gran melancolía a sus seres queridos, que perdieron sus vidas en esta tragedia. Como hay otras personas que sólo les queda agradecer porque hoy en esta fecha lograron salvar sus vidas y pueden relatar lo que vivieron en carne propia y agradecer al padre celestial que están vivos.
Buscando historias de personas que sobrevivieron encontre esta que me llamó la atención, y es de un Colombiano que se salvó gracias a su perro Lazarillo les comparto algo de este milagro de vida.
Ese martes, como en tantas otras ocasiones desde que perdió la visión hace quince años, este ingeniero colombiano confió en la incondicional ayuda de "Salty", un labrador retriever dorado. Pero esta vez fue diferente: la presencia del perro fue decisiva para que Rivera no perdiera la vida.
"Me sorprendí cerca de las 8.44 de la mañana cuando escuché a alguien gritar: ''¿Qué carajos hace este avión acá?'' Pero un poco más tarde hubo un impacto brutal, un ruido tan gigantesco y estruendoso que parecía sonar al lado de mi oído. Enseguida el edificio comenzó a estremecerse", contó este sobreviviente del atentado terrorista más cruel de la historia de Estados Unidos.
El hombre, ciego, de 44 años, estaba en las oficinas del Departamento Tecnológico de Servicios de Información de la Autoridad de Puertos de Nueva York, donde trabajaba como empleado, ubicadas en el ala norte de las Twin Towers.
Ese martes, Omar Rivera llegó temprano para entregar unos documentos en una junta de trabajo. Así relató lo que vivió este bogotano: "Cuando escuché el fuerte impacto, me quedé pensando qué era lo que debía hacer y tomé la decisión de que lo mejor era evacuar", le dijo al canal colombiano de televisión Caracol.
"Salty",
el lazarillo que lo guía para caminar, estaba al lado de su escritorio. El perro se levantó y salió muy nervioso fuera de la oficina. Lo que se escuchaba era el ruido que hacían los pedazos de vidrio que estaban cayendo.
"Por la insistencia del perro algo me dijo que era el momento de irme. Metí entonces su cabeza en la manija de la guía, que es el rito que tenemos para que comience a conducirme, e iniciamos la marcha", señaló el colombiano que, calcula, estuvo seis pisos abajo del lugar en el que impactó uno de los aviones que colapsó con los emblemáticos edificios de acero.
La evacuación se hizo por las escaleras de emergencia y llevó cerca de una hora y quince minutos. "Tuvimos muchas dificultades y había mucha confusión. Arriba había mucho humo y olor a gasolina. Algunas personas trataban de agarrar el primer lugar para evacuar. Había mucho pánico. Pero en realidad yo considero que todos estuvieron muy prudentes", añadió.
Al salir de la torre, recuerda Omar Eduardo Rivera, el edificio número dos, en la parte sur, empezó a desmoronarse. Y había gente pidiendo auxilio. "Se escuchaban el estrépito de las paredes quebrándose y los gritos de la gente", evoca. "Y, justo cuando salimos, los 110 pisos se desplomaron como un castillo de naipes".
"Yo sabía en mi corazón que ese edificio se iba a caer y que todo era cuestión de tiempo. Solamente le pedía a Dios que me sacara de ese lugar. En ese momento todo era confusión. Pensaba en mi esposa, en mis hijas, en mi madre y solamente rezaba para que Dios me diera el privilegio de seguir vivo".
Desde ese "techo del mundo" que eran las torres del World Trade Center , descendieron junto al ingeniero colombiano, su jefa inmediata, Danna Enrigt y la gerente general de la compañía, que lo llevaba del hombro. En el piso 64 o 65, Enrigt intentó quitarle la correa a "Salty" para agilizar el paso, pero el labrador se negó a seguir sin ella y Rivera tuvo que calmarlo.
Cuando salieron del edificio, Rivera y "Salty" empezaron a correr. Atravesaron varias manzanas hasta poder subir al subterráneo. "La angustia era monumental", dice con lágrimas en los ojos. El metro los transportó hasta la estación Pelham y después llegaron a Mont Vernon, donde los esperaban Sonia, la esposa de Rivera, y sus hijas Elizeth, Andrea y Erika, de 21, 17 y ocho años.
Créditos de la fuente: clarin.com
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