Nunca sabremos cuánto de verdad había en aquellas antiguas creencias y ceremonias que dieron origen a la celebración de Halloween...
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De acuerdo con algunos historiadores, el origen de estas fiestas data de 3000 años atrás, cuando los pueblos celtas del continente europeo celebraban, el primero de noviembre, la llegada del año nuevo, que marcaba también el final de las cosechas y el comienzo del invierno. Existía la creencia popular de que el día anterior a este acontecimiento, los espíritus de los muertos, junto a otras entidades del más allá como hadas y demonios, transitaban por la tierra para luego volver a su mundo.
Espíritus que bajan a la tierra.../ F
El 31 de octubre, por lo tanto, las hogueras para espantar a los malos espíritus, además de los disfraces y las máscaras para confundirlos, se volvieron parte de los rituales paganos de estos pueblos. Siglos después, la iglesia cristiana estableció el 1ro de noviembre como Día de todos los Santos y en la Europa medieval estas dos celebraciones se fueron mezclando, al menos en lo que a sus nombres se refiere. All Hallow´s Eve, las palabras que dieron origen a Halloween, significan en inglés: víspera de todos los santos.
A partir de 1840, cuando los irlandeses y otros emigrantes europeos llegaron a Estados Unidos implantaron allí esta tradición, desde donde comenzó a expandirse hacia todo el mundo y a convertirse, más que en una fiesta, en un boom comercial.
Brujas volando en las noches/ F
En mi pueblo, Mucoelrío, no era extraño mirar a las brujas que pasaban volando desde las diez de la noche hasta a las tres de la mañana, ni la presencia de sujetos que poseían oraciones para curar algunos males o para trasladarse de un lugar a otro en muy breve tiempo; era normal tratar con cualquier hombre, común y corriente, que no se montaba, por ejemplo, en un automóvil para visitar un pueblo lejano, sino que decía: "yo los espero allá". Y cuando los que viajábamos en el vehículo, llegábamos después de pasar más de una hora en carretera, ya él llevaba un buen rato esperándonos en el sitio.
Sin embargo, en ese entonces en que era yo apenas un adolescente ninguno de esos increíbles eventos estaba asociado a Halloween. Decían los que conocían de esos asuntos que el día en que esos seres humanos con poderes sobrenaturales oraban y pagaban tributo al más allá era el viernes santo. Y la verdad era que en esa fecha a ninguno se les veía la cara por el pueblo.
Una lechuza que huyó.../ F
Un primero de noviembre en la noche, encontramos a Mateo Caraballo, un curandero del pueblo, muy molesto porque había visto a la señora Rosa Salomé convertida en lechuza y volando sobre una mata de mango que estaba al frente de su casa. Lo que más le enojaba, según nos decía, era que no respetaba ni siquiera el día de los santos para andar en oficios de brujería. De repente nos hizo una señal de urgencia con la mano para que nos quedáramos quietos e hiciéramos silencio.
Luego tomó una cruz de piñón que tenía en un rincón, salió al frente y golpeó a un ave que salió veloz, pero aleteando con dificultad. "Le di su susto para que respete", dijo. "Si quieren pasen mañana por su casa para que vean que tiene un brazo herido". Al otro día, solo por curiosidad, pasamos por donde vivía la señora Rosa Salomé y, en efecto, tenía el brazo izquierdo amoratado y sin poder moverlo.
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