Querido Diario:
Hoy me he levantado temprano, lo primero que hice fue hacer mi aseo personal y luego tomar mi desayuno. Comencé hacerle las vacaciones a un compañero de trabajo y mi tiempo para hacer mis tareas en casa es muy corto.
Me tocó guardia el día 10 de enero, eran las 11:30 de la mañana cuando recibí una llamada de mi esposa para avisarme que a mí hermano el toro lo había golpeado y que su esposa lo había llevado al centro de salud. Ella me comentó que le había golpeador en la zona de la clavícula y en una de sus orejas le estaba sangrando.
Yo lo podía hacer nada porque me encontraba en la clínica cubriendo mi guardia. Llame a la esposa de mi hermano, lo estaban atendiendo y en cuanto pude saber de él, pues estaba reaccionando bien. En su oreja le agarrón punto, ya que del golpe el toro desprendió una pequeña parte.
El animal se encuentra lastimado debido a la cabulla que tiene para poder amarrarlo, y pues las moscas habían estado haciendo de las suyas, ya se había venido tratando, curando con un producto para evitar daños mayores. El animal al escuchar este sonido reaccionaba, pero mi hermano jamás se imaginó lo que estába por suceder.
Mi hermano dejaba a los animales en una casa que está sola cerca de la casa y pues allí pasaban el día y tenía algo de pasto para comer. El quiso aplicarle el producto y este al escuchar el sonido reacciono de esta manera. Me hijo Ali se encontraba con el y fue quien salió a buscar ayuda para su tío.
Me tocó buscar ayuda para ir a curar al toro, y fue de esta manera que le pudimos colocar el producto. A través de la puerta lo hicimos llegar con mango, el se acercó y se aprovechó de aplicar la dosis. Fue un gran susto el que nos hizo pasar el toro.
