Si algo he desarrollado a medida que he ido sumando edad es mi lado señorial, es decir, el querer tener todo limpió. Me acuesto feliz si dejo el lavaplatos impoluto o encuentro paz al tener el piso brilloso.
Hace unas semanas le he estado comentando a mi mamá que quiero hacer una limpieza en el gavetero grande de mi cuarto, ya que allí es donde generalmente guardaba mis libros, cuadernos, guías, carpetas de la universidad y debo decirles que en el hay material desde que estaba en el primer semestre de mi carrera.
Mi mamá no lo ordena porque me dice que si ella lo hace va a botar todo jajaja y ese no es mi objetivo, quiero donar los libros y demás material a la universidad, quizás algunos de los actuales estudiantes lo necesiten.
Por ende me senté para sacar todos los libros, había polvo, así que tome un pañito y desinfectante, limpié los bordes, arriba, abajo y comencé a separar lo que iba a dejar para mi y guardar en una caja lo que iba a donar.
Decidí dejar algún material y documentos que voy a necesitar y otro que tiene un sentimiento especial para mi, pero viéndolo desde otra perspectiva se veía mejor, más ordenado y limpió.
Aún me falta otro espacio dentro del closet y es que si algo almacenó en mi vida es papeles y en consecuencia con el paso del tiempo toman polvo.
Es importante que mantengamos los espacios limpios y perfumados, en mi caso me gusta limpiar con Pride o desinfectante, algún abrillantador le devuelve vida a los muebles de la casa.
Por ahora, regresaré a la ciudad y dejaré pendiente esa visita a la universidad para hacer llegar mi donativo.