Mi sueño para Venezuela es tan grande que no me alcanzarán las letras que escribo para expresarme. No solo quiero una Venezuela libre o llena de oportunidades. Quiero rescatar todo aquello que hemos perdido, sobretodo en esta generación que ha vivido entre las paredes de un descontrol buscando culpables cuando nosotros mismos debemos buscar soluciones.
Mi sueño es ver fotos de cromo interferencia de color aditivo de Cruz Diez – o piso de Cruz Diez - donde todos se abrazan sonriendo porque Maiquetia se convirtió en un cuadro de reencuentros, donde salgamos a la calle y nos tomamos fotos al lado de los lugares emblemáticos que nadie les toma importancia ya que Venezuela no está en Europa - ¿Por qué nos llegamos la boca hablando que hemos visitado el Louvre cuando tenemos a Miranda en la Carraca? - ¡Tanta historia que tenemos y no se lo hacemos llegar al mundo entero!
Mi sueño es que todos apuesten y se llenen de orgullo decir que son venezolanos, que no intenten disfrazar nacionalidades que no tienen. Es la triste realidad, rescatar el sentido de pertenencia es lo que quiero para mi Venezuela.
Y no basta con solo soñarlo, hay que trabajar duro cada día para lograrlo. Como una vez me dijo alguien muy querido “Hay que ocuparse y no preocuparse” Y razón tenía ¿Qué estamos haciendo mal? La sociedad necesita avanzar y no necesitamos un líder para eso, nosotros forjamos nuestro futuro y nuestros sueños.
El poder de la palabra es importante, entre más nombremos las cosas que están mal en el país dime ¿Qué estás haciendo tú para mejorarlo? Seamos positivos a pesar de las dificultades, siempre encontraremos personas en peores situaciones, y lo contaré desde mi punto de vista personal:
Tengo 21 años, soy estudiante de idiomas modernos y a pesar de haber tenido raíces italianas y hablar 2 lenguas romances, soy venezolana y no me quita lo tumbao’ del llano. Me crie visitando el campo, el sol nacer y ocultarse en aquel horizonte que me pintaba el llano, montando caballo y escuchando música llanera mientras la tarareaba con una camisa de colear.
Tengo 21 años, y lucho por mis sueños y mi sueño es Venezuela. Pongo en juego mi título universitario y mi propia salud, con más de 4 meses sin medicinas para una enfermedad que no tiene cura – Esclerosis Múltiple, la enfermedad de las mil caras donde pongo en riesgo mi vista y la movilidad de cualquier cuerpo -. Y, aun sabiendo que puedo tener oportunidades de tener mi medicina en otro país – gratis - Ya que, mandarla a comprar afuera cuesta 6mil dólares mensuales, nada me detiene aunque debería estar preocupada o como lo hacen todos: buscando culpables.
Aquí estoy soñando por mi país, sin sembrar la lastima sino el consuelo y la motivación para aquellos que se quejan o se deprimen por cosas banales y no tienen fe en esta tierra, quiero que sigan adelante y si ven una Venezuela vinculada con su día a día no dejen de luchar por ella. Porque yo sí quiero mi país y mi manera de poner mi grano de arena es:
Mi sueño es ver fotos de cromo interferencia de color aditivo de Cruz Diez – o piso de Cruz Diez - donde todos se abrazan sonriendo porque Maiquetia se convirtió en un cuadro de reencuentros, donde salgamos a la calle y nos tomamos fotos al lado de los lugares emblemáticos que nadie les toma importancia ya que Venezuela no está en Europa - ¿Por qué nos llegamos la boca hablando que hemos visitado el Louvre cuando tenemos a Miranda en la Carraca? - ¡Tanta historia que tenemos y no se lo hacemos llegar al mundo entero!
Mi sueño es que todos apuesten y se llenen de orgullo decir que son venezolanos, que no intenten disfrazar nacionalidades que no tienen. Es la triste realidad, rescatar el sentido de pertenencia es lo que quiero para mi Venezuela.
Y no basta con solo soñarlo, hay que trabajar duro cada día para lograrlo. Como una vez me dijo alguien muy querido “Hay que ocuparse y no preocuparse” Y razón tenía ¿Qué estamos haciendo mal? La sociedad necesita avanzar y no necesitamos un líder para eso, nosotros forjamos nuestro futuro y nuestros sueños.
El poder de la palabra es importante, entre más nombremos las cosas que están mal en el país dime ¿Qué estás haciendo tú para mejorarlo? Seamos positivos a pesar de las dificultades, siempre encontraremos personas en peores situaciones, y lo contaré desde mi punto de vista personal:
Tengo 21 años, soy estudiante de idiomas modernos y a pesar de haber tenido raíces italianas y hablar 2 lenguas romances, soy venezolana y no me quita lo tumbao’ del llano. Me crie visitando el campo, el sol nacer y ocultarse en aquel horizonte que me pintaba el llano, montando caballo y escuchando música llanera mientras la tarareaba con una camisa de colear.
Tengo 21 años, y lucho por mis sueños y mi sueño es Venezuela. Pongo en juego mi título universitario y mi propia salud, con más de 4 meses sin medicinas para una enfermedad que no tiene cura – Esclerosis Múltiple, la enfermedad de las mil caras donde pongo en riesgo mi vista y la movilidad de cualquier cuerpo -. Y, aun sabiendo que puedo tener oportunidades de tener mi medicina en otro país – gratis - Ya que, mandarla a comprar afuera cuesta 6mil dólares mensuales, nada me detiene aunque debería estar preocupada o como lo hacen todos: buscando culpables.
Aquí estoy soñando por mi país, sin sembrar la lastima sino el consuelo y la motivación para aquellos que se quejan o se deprimen por cosas banales y no tienen fe en esta tierra, quiero que sigan adelante y si ven una Venezuela vinculada con su día a día no dejen de luchar por ella. Porque yo sí quiero mi país y mi manera de poner mi grano de arena es:
- Escribiendo todo lo bonito que tiene, y dedicándole mis letras a la selva, a la montaña y al mar.
- Dedico mi canal de YouTube visitando lugares de mi capital, porque soy una turista más tomándome fotos donde nadie quiere hacerlo, alardeando que sigo acá y compartiendo con el mundo lo que mi Caracas me ofrece. Porque mi Caracas es mi inspiración la cuna que me vio nacer y crecer.
Soy venezolana y a mi corta edad apuesto por todo lo que soy y lo que soy capaz de hacer a mi país.
Mi sueño para Venezuela es conseguir y sembrar personas que como yo, lo apuesten todo.
A mi Venezuela amada le dedico todas las letras posibles y cada suspiro de cada mañana a pesar de mis dolores por mi condición, porque sin ella no sé quién soy.
Mi sueño para Venezuela es… que todos construyan desde el corazón.
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