En las tardes me gusta dedicarle un tiempo a la lectura. Es un hábito que tengo desde hace muchos años. Después de comer, descanso un poco y posteriormente preparo mi enésimo café para sentarme a disfrutar una lectura. En eso estaba el día de ayer, cuando me percaté y reflexioné mucho en ello, que últimamente estoy leyendo novelas en donde el arte juega un papel muy importante en la trama.
Y lo que es más intrigante, llevó varias novelas seguidas que he terminado de leer y están en la misma tesitura. Es de suponer que es un tema que me está apasionando. Cuestión de gustos e intereses. En fin, esa idea me rondó como les dije en el párrafo anterior. Medité y aquí está el resultado en este artículo. Lo primero que debo de señalar es que este tema del arte no es una novedad.
La novedad es que se está “explotando” demasiado este “leitmovit”. Quiero suponer que a partir del éxito rotundo (nos guste o no), de la novela “Código Da Vinci”; se desató un boom de novelas similares o que al menos trataban en la trama de esa enigmática obra que es motivo de asesinatos, espionajes, recorridos por el mundo, muerte, traición, etcétera.
La novela permite que se tomen como tópicos cualquier situación. La clave es que dentro del desarrollo de la trama, este se justifique literariamente. Así como el arte cabe en la novela, es importante recordar que la novela es un arte. Es decir, no es el libro un producto de consumo mercantil con contenido vacío. Al menos esa es mi creencia como lector.
Bajo ese criterio seguiré leyendo mis novelas esperando no ser atrapado en lo que he subrayado en el párrafo anterior. Como lector debo ser crítico. ¿Qué opinan ustedes?