Cuando pensamos en le Edad Media
Se nos viene a la mente todo lo que las películas nos han ido vendiendo durante años. Por un lado que todo el mundo estaba sucio y olía mal, que la mayoría eran poco menos que animales trabajando en el campo de sol a sol todo el año, que no había cultura o que todos eran unos pobres ignorantes.
En el plano económico, no hay duda de que había grandes diferencias entre los distintos grupos sociales, donde la nobleza y clero vivían desahogadamente mientras que el campesinado y los artesanos cargaban con la todas las responsabilidad del trabajo.
Por otro lado, la sociedad de la alta edad media ofrecía en algunas regiones al común de los habitantes aspectos vitales ahora perdidos.
Los festivos, la mayoría religiosos pero también provenientes del ciclo agrario tenían un carácter mucho más profundo que el actual, eran oportunidades para socializar y estrechar lazos entre las personas de toda la comunidad, dada la dureza de las condiciones de vida, la solidaridad era fundamental a la hora de atravesar duros momentos como en el caso de malas cosechas, enfermedades y demás situaciones desaparecidas de nuestra sociedad occidental.
Además se calcula que los festivos ocupaban un tercio del calendario, esto contradice la imagen de que la mayor parte de los habitantes eran poco más que esclavos.
Cada cual que reflexione sobre el papel de los festivos en la actualidad, pero está claro que su significado original se perdió hace mucho tiempo.
A diferencia de la actualidad
El ciudadano común en la Alta edad Media, era participe de la toma de decisiones en la comunidad donde vivía, ya fueran los impuestos del municipio, el aprovechamiento comunal de prados, bosques o montes, el uso de las infraestructuras comunes como molinos, hornos y un largo etc..
Estas reuniones eran los llamados Concejos, que no son más que Asambleas donde todos los vecinos participaban. Solían ser los domingos después de misa, en la propia iglesia que era habitualmente el único espacio común disponible. En algunas ocasiones los acuerdos se cerraban con rituales especiales, como beber vino en copas para la ocasión.
En las mismas, todos debían ser capaces de tomar la palabra, sosegadamente exponer sus argumentos y a la vez ser persuasivos, puesto que las decisiones allí tomadas les afectaban muy directamente. Si pensáis en ello, esto rompe totalmente con la idea que se tiene del nivel de preparación intelectual de aquella época, en este sentido, parece razonable pensar que en vez de progresar, hemos involucionado, puesto que el ciudadano medio actual no puede tomar ninguna decisión en lo referente a su comunidad, pero además siendo sinceros, tampoco sabría cómo, el común de las personas es incapaz de dialogar, consensuar o razonar en la actualidad.
Espero que estos datos os hayan sorprendido y estaré encantado de comentar con vosotros otros mitos sobre la Edad Media, esa edad “oscura” de la humanidad.