Las maneras de extrañarte
Si tuviera que mencionar dos cosas para las cuales soy bueno, ciertamente diría que soy bueno para: 1) sacar cuentas, y 2) extrañarte un poquito más cada día que despierto y otra vez no estás a mi lado.
Manejo la combinatoria,
las probabilidades y el cálculo;
aun así,
permaneces como duda:
no tengo más que vanas esperanzas, muchas hipótesis,
y la incertidumbre de si un día volverás.
Los números se me van, se me escapan y se me acaban si intento contar todas las maneras distintas en que te extraño, porque, por ejemplo, extraño:
cuando sales de la ducha.
que me preparabas cada mañana
(a mí siempre me queda malo).
sin darnos cuenta,
a través de las almohadas.
Ahora no me queda mayor seguridad que la de mi propio nombre.
no estoy tan seguro)
Vivo mis días en automático, en default, en tu ausencia. Y a mi calculadora se le acaban los dígitos cuando intento calcular lo mucho que me haces falta.
Imagen: byJoeLodge via Flickr (cc)