De la muerte del cine de arte, a la muerte de la abstracción



El cine, la televisión, el radio e incluso el internet han ido evolucionado y perfeccionado con el tiempo desde lo más técnico hasta el contexto en el que se desarrollan, es decir, la historia que hay detrás de estos inventos tecnológicos nos habla del progreso, intereses y avances tecnológicos de una sociedad, ya que el lugar en donde fueron concebidos nos habla ya del porqué del invento y posteriormente las causas de esa evolución o deformación. Asimismo, cabe destacar que uno de esos inventos novedosos que se perfeccionaron con el tiempo, fue el kinescopio, inventado por Thomas Edison, el cual más tarde sería suplantado por el cinematógrafo; invento mejorado por los hermanos Lumiére. Las primeras proyecciones serían imágenes en movimiento, estas proyecciones serían muy bien adoptadas por la gente, por lo que más tarde se crearían cintas documentales en las que se podía apreciar situaciones de la vida cotidiana, como, por ejemplo, la hora de la salida de las fábricas y las llegadas de trenes, por lo que tenemos como referencia las cintas Salida de la fábrica (1895) y La llegada del tren a la estación (1895)

Estos documentales, capturaban el momento de una situación en la que se podía apreciar la cotidianidad. Hasta este punto en la historia del arte, es dónde comienza lo que más tarde será llamado el séptimo arte; el cine. Como ya se había mencionado anteriormente, el cine comienza con producciones documentales y de ficción, y por consiguiente surgiría el cine de arte vanguardista, en los que la realización estética está vinculada con la influencia artística de los lenguajes artísticos de su época como el dadaísmo, impresionismo, expresionismo, etc. Sin embargo, al observar su potencial económico, el cine se convierte en un espectáculo de diversión abierto para todo el público, y, por tanto, este nuevo cine será rechazado por intelectuales del arte, ya que no lo considerarán arte porque ha perdido su aura. Y entre
tanto, el séptimo arte se dividirá en dos: el cine de arte y el cine comercial, debido a que las grandes industrias comenzarán a ver al cine como algo rentable, pero, por otro lado, algunos intelectuales lo comenzarán a adoptar nuevamente como arte.
Eventualmente, la industria cultural, reivindicará al cine, debido a que la cultura se vuelve un producto de la industria y, por tanto, el cine se convertirá en un servicio de consumo masivo y, por consiguiente, como nos dirá Giovanni Sartori en su ensayo, la sociedad será teledirigida.

El objetivo general es el de exponer como a partir de la ruptura de la muerte del cine de arte, pronto pasar a ser parte de una industria consumista y de entretenimiento que busca, a través de sus historias, crear un ambiente de control con el propósito de que el espectador se eduque e informe viendo. Y el objetivo específico se enfoca en evocar a diferentes autores, que estudiaron desde diferentes puntos de vista nuestro vídeo-vivir, la pérdida del aura en la reproducción técnica del arte, y el control de los medios de comunicación, y, por tanto, llegar a la conclusión de que hemos sido educados a través de una industria consumista.
Nuestro consumismo cambia de tal manera que, con la muerte del cine de arte, la industria del cine optará por video-
educar
para así controlar a las masas y por tanto traer como consecuencia el nacimiento del video-niño en la sociedad:

“El video niño es tal porque en gran medida ha perdido la capacidad de usar el lenguaje abstracto del homo sapiens, y todavía más la del homo cogitans, para recaer en la imprecisión y en el «primitivismo cognitivo» de la conversación ordinaria, del lenguaje común.”
-Sartori.

La problemática se centra desde la muerte del cine de arte, para así convertirse en una industria para entretener; este toma un papel de control, pasatiempo y por tanto el objetivo de crear cine ahora se enfoca en el consumo, ya que tanto el cine, como la tv y las series de televisión matan la abstracción y la capacidad de distinguir entre lo real y lo ficticio, debido a que esta masa de gente toma como ejemplo lo que ve y lo aplica en su vida diaria, sin detenerse a reflexionar sobre lo que están viendo, es decir, ha perdido la capacidad del lenguaje abstracto, al tener como ejemplo lo que ven proyectado en la imagen, pues al concluir que esta sociedad posmoderna se enfoca en el consumo y el entretenimiento, las industrias comenzarán a mandar mensajes sobre lo que esta nueva sociedad debe
consumir, por lo que, más allá de hacer que estos productos o servicios de consumo sean adquiridos por su utilidad o propósito, están vendiendo un estilo y cosas que no son tan necesarias, por ejemplo, en este contexto podemos ver que se ha perdido la sensibilidad y la crítica al consumir al cine como algo necesario.

Por otro lado, las vanguardias que existieron a través del tiempo tuvieron el porqué de su existencia, ya que con esto lograban manifestar o innovar algo en el arte. El futurismo, creado por el italiano Filippo Tomasso Marinetti, fue el primer movimiento de este carácter; en este nuevo arte se buscaba representar el movimiento, la máquina y el dinamismo, pero eventualmente estas representaciones serían suplantadas por las imágenes en movimiento
que se proyectan a través del kinescopio, y posteriormente por el cinematógrafo. Este novedoso invento, pronto fue adoptado por América y Europa y, ya para finales del siglo XIX, la mayoría de la población de ambos países ya habían apreciado imágenes en movimiento. Asimismo, como ya habíamos visto, el cine será adoptado para ser consumido
por la sociedad posmoderna. Por otro lado, en el contexto social existe una problemática que desde la llegada de estos
nuevos medios ha cambiado la forma de convivir y de comunicarse ante la sociedad, ya que la procrastinación y pérdida de tiempo con los programas de televisión son en la actualidad un problema que convierte a la sociedad en lo que la televisión necesita, y por tanto, sabemos que estos medios son controlados por industrias, empresas y gobiernos que necesitan enviar mensajes a una sociedad a través de lo visual, pues el consumismo que comienza a verse con el cine, trae consecuencias a la vida del espectador, volviendo a este un homo videns, que invierte la mayor parte de su tiempo en series, radio, televisión y cine.

A partir de que la cultura se industrializa, las personas buscan llenar ese vacío con el consumismo y el entretenimiento, es decir, el arte se comienza a consumir de tal forma que se deja atrás la crítica hacía la obra de arte, y se comienza a adquirir lo que gusta visualmente; historias en donde varios actores tienen un papel y un contexto en el cual actuar y hacer real una ficción que entretiene. También, de la misma forma la televisión y las series, tienen un papel importante en el consumismo de las masas, ya que como se expone en la industria cultural de Adorno y Horkheimer, buscan un status social, que les permita sentir que son parte de una industria cultural que se encarga de dar contenido de interés social, político y de humor, pues al formar parte de esta industria las masas, además de llenar un vacío, están comprando un bienestar que inconscientemente entenderán que pueden conseguirlo si se educan, mediante lo que están viendo.
Por otro lado, la diversión también será un factor de suma importancia en el video-niño, ya que la industria del entretenimiento tiene poder sobre los consumidores, y por tanto para poder distraerse, este busca un contenido repetitivo y de poca enseñanza para poder apreciar una realidad virtual, inconscientemente aprender y, por consiguiente, anular el aburrimiento con estímulos visuales y de placer. Asimismo, este individuo ya no busca otra
manera de distraerse, más que con los nuevos productos para la diversión. Y, por tanto, la industria comenzará a consumir excesivamente al cine.



La tecnología y la economía, en este contexto, son parte importante del consumismo, ya que el progreso que hubo en la época, ayudo a que la sociedad fuera adquiriendo cada vez más fácil estos nuevos productos de entretenimiento, sin embargo; evocando lo que dice Sartori en su ensayo de la sociedad teledirigida, nos dice que a pesar de que exista un progreso tecnológico, debemos entender que lo que entendemos previamente como
progreso es sólo una definición, ya que esto únicamente significa «crecimiento» y este crecimiento no siempre es sinónimo de un avance positivo, es decir, se asume que el televisor se considera como un progreso para la sociedad, sin embargo; en este caso, el crecimiento resulta ser más negativo que positivo, ya que los programas de televisión, más
allá de ser un medio de producción artística, este se vuelve un aparato exclusivo de negocio y discursos sobre cómo vivir y como pensar. Y esto nos lleva a decir que entonces en la industria cultural, la tv, pasa de ser un progreso positivo a uno negativo.
De igual importancia tenemos entonces que, al concluir, que no es un crecimiento positivo; esto se verá reflejado en la cultura de una sociedad, pues como argumenta Sartori, expone que tan sólo la acción de ver no es consecuencia de aprender, ya que el mirar algo no significa que conozcamos a profundidad lo que apreciamos, por ejemplo; el mar puede ser observado y después comentar que ya se conoce el mar por sólo verlo, pero este autor nos dirá que eso no es aprendizaje, debido a que no estamos abstrayendo lo más importante sobre lo que estamos mirando; este mar está compuesto por una estructura biológica y por tanto esto nos lleva a que, como individuos que tenemos la capacidad de reflexionar y aprender, nos estamos limitando a ello, ya que estamos obedeciendo a que todo aprendizaje tiene que ser a través de la imagen y no de la abstracción.

Cuando nos referimos a que se ha perdido la reflexión en el individuo, es porque en estas nuevas proyecciones cinematográficas han cambiado la forma de dialogar, es decir, en el cine se utilizan guiones para poder llevar a cabo la historia ficticia de la película, y por tanto estos nuevos diálogos serán adoptados por el espectador, y pronto este nuevo lenguaje aprendido, lo aplicará posteriormente en su vida. Las palabras son un lenguaje abstracto del cual tenemos previa experiencia que le da sentido a ese conocimiento, sin embargo; estos conceptos abstractos por lo regular se le da un sentido visual, en el que se representen dichos significados, es por ello que cuando visualizamos una película de la
industria, se puede observar que envía mensajes ilustrados y ambiguos sobre la vida, por lo que así un espectador, pronto pondrá en práctica lo aprendido sobre un mundo de ficción, en el que los diálogos son distorsionados, llenos de falacias y alejados de una realidad objetiva, es decir, busca hacer similitud sobre su vida con la de la proyección, y por tanto este individuo se convierte en un homo-videns.

“La idea, describía Kant, es «un concepto necesario» de la
razón al cual no puede ser dado en los sentidos ningún objeto
adecuado (Kongruirender Gegenstand)”.
-Kant.

En conclusión, el espectador al ser educado a través de estos diálogos cinematográficos pasa de ser un homo-sapiens a un homo-videns, que sustituye su lenguaje conceptual por el intuitivo, pues toma a la imagen como lenguaje. La acción de sentarse a mirar el televisor por horas es inconscientemente adoptada por una sociedad, y por tanto estos ciudadanos tendrán la costumbre de mirar los programas de televisión, noticias y lo más importante para la industria; la publicidad. Con esto, nos están diciendo que debemos consumir y hacer, debido a que la sociedad que se esta formando después de la segunda guerra mundial, necesita consumir aquel producto innovador para llenar un vacío existencial que lo mantiene en obediencia cultural. Cabe mencionar que después de comenzar a explotar al cine como un espectáculo apto para todo el público, surgen los primeros estudios cinematográficos entre los años 1910 y 1960 a modo de ejemplo tenemos a Fox, Paramount Pictures y más tarde Hollywood. Estas nuevas industrias cinematográficas, miraran al cine desde la perspectiva rentable de volverlo un negocio, es decir, las películas que más tarde van a crear estas industrias van a estar dirigidas exclusivamente a una masa consumista, que busca reproducir las escenas de una vida cotidiana desde una nueva perspectiva más entretenida y menos artística.

“Cuanto más completa e integralmente las técnicas cinematográficas dupliquen los objetos empíricos, tanto más
fácil se logra hoy la ilusión de creer que el mundo exterior es la simple prolongación del que se conoce como cine.”
-Adorno y Horkheimer.

Retomando lo que nos exponen Adorno y Horkheimer, en la ilustración como engaño de masas, gracias a que ha habido una evolución en la parte técnica de como reproducir cine, reproducir cintas de alta calidad donde nos muestre situaciones de la vida cotidiana, pero con una historia que contar, diálogos e impulsos visuales, es más sencillo que la ilusión de estar viendo el exterior real sea más fácil de proyectar al espectador, y por tanto comienza a verse como este espectador, ya comienza a vivir a través de lo que ve, es decir, el estimulo se ha apoderado de su raciocinio y su capacidad de abstracción comienza a deteriorarse a tal punto de que la cultura industrializada le dirá como vestir, como hablar, como comportarse y finalmente como resolver sus problemas reales. Entonces podemos concluir que el espectador, ya no busca ir al cine para criticar una obra cinematográfica vanguardista, o para admirar una imagen en movimiento, sino que busca los impulsos visuales, que lo entretengan y eduquen por él, ya que su capacidad de abstraer, representa un esfuerzo de reflexión, razonamiento y por tanto, este individuo ya no busca cansarse
mentalmente, sino que la representación de esa abstracción hecha imagen le proporcione esa abstracción que necesita procesar con menor dificultad y que además lo eduque para así encajar en una sociedad en la que ya está ensimismada con nuevas tendencias, diversión, entretenimiento y se divide por un status social. De este modo, el cine comercial
ha demostrado sus puntos negativos como progreso, ya que su contenido está dirigido a una masa que necesita consumir, y por tanto esta sociedad deja de ser productiva; como consecuencia vendrán nuevos inventos tecnológicos, con los cuales no sabrán como utilizarlos, sin que estos se vuelvan un factor negativo en sus vidas, pues la era de la
tecnología multimedia será inevitable de frenar, ya que la masa seguirá reproduciendo el mismo patrón con sus futuras familias, desde ver el televisor, dejar de lado la abstracción y tomar como referencia de educación el entretenimiento cinematográfico comercial.

“Nos encontramos en plena era y rapidísima revolución multimedia. Un proceso que tiene numerosas ramificaciones
(Internet, ordenadores personales, ciberespacio) y que, sin embargo, se caracteriza por un común denominador: tele-ver, y, como consecuencia, nuestro video-vivir.”
-Sartori.

Por otro lado, nos encontramos con la muerte del cine de arte, sin embargo, la muerte del arte ya estaba presente cuando con consumismo comenzó a formar parte de la masa, ya que, como se había mencionado antes, ya no se busca admirar la obra artística, sino que eso pasa a ser parte del pasado, mientras la sociedad posmoderna buscará el placer en el consumo, y por tanto ese consumo será un factor que atrofie la capacidad del individuo
para razonar.

En conclusión,

se puede decir que, a través de la historia, el arte tuvo una evolución interesante, en cuanta a sus por qué de creación, algunas vanguardias eran muy idealistas y en cambio otras fueron el punto de referencia para llegar a lo que conocemos como arte posmoderno. Sin embargo, el cine fue una consecuencia del progreso científico y artístico, debido a que cuando surge el futurismo, los artistas buscaban como representar el movimiento, el dinamismo y a la misma máquina a través de sus pinturas, pero más tarde estas obras serían suplantadas por el cine, no obstante, nos vamos a encontrar también con que este “progreso” no sería más que una evolución de lo que necesitaba una sociedad; hacer de un nuevo invento, un negocio rentable, ya que la gente necesitaba buscar nuevas formas de hacer dinero y asimismo crear una industria de entretenimiento, sin embargo; al ver el potencial económico que tenía el cine, la industria lo adopta y más allá de ver ese potencial, lo ve más como un medio de transmisión de mensajes, publicidad y más tarde
como control de masas.
Cabe destacar que, sería bueno reflexionar sí la nueva tecnología que estamos consumiendo nos esta llevando por el camino correcto, es decir, sobre el progreso del que habla Sartori, nos dice que no porque se diga por definición que es progreso, este lo será, debido a que no todo avance tecnológico es sinónimo de un resultado positivo para la sociedad, pues ahora lo podemos comprobar con el tipo de sociedad en la que estamos viviendo; las series de televisión influyen fuertemente en los jóvenes, ya que el contenido es muy bien estudiado para que guste y se influyente en sus vidas, por otro lado, los jóvenes son más vulnerables a las nuevas tendencias y consumismo, debido a que buscan aceptación e identidad ante la masa que los rodea. Asimismo, el marketing, tomará ventaja de ello y reproducirá productos sobre lo que se está reproduciendo.
Por otro lado, surge el miedo como forma de control, es decir, las industrias culturales se aprovechan del miedo que existe en los individuos para así vender productos y servicios que eliminen ese miedo, y por tanto cada vez se ve más afectada la abstracción y la capacidad de tomar decisiones, pues la industria ya nos controla tanto visualmente como
sentimental.
Este progreso negativo será inevitable de parar, sin embargo; también surgirá el lado positivo, el cual comenzará a cuestionar a la sociedad sobre sus acciones, consumo y creencias, ya que así como el progreso tecnológico tiene un lado negativo, también habrá uno positivo que creará una nueva forma de salvar al homo-sapiens de su video-vivir y como consecuencia su consumismo, pues el acceso a la información es cada vez mayor, gracias al internet, pero si el homo-videns continúa utilizando estos avances sin reflexión, pronto se convertirá en un esclavo de los estímulos y su capacidad de abstraer se verá afectada de por vida.


I'll see you on the dark side of the moon
Perfil de @angielb


Referencias:
Sartori, G. (1997). Homo Videns, La sociedad teledirigida. Laterza & Figli Spa, Roma-Bari.
Bueno, G. (2018). Televisión: Apariencia y verdad. Capedalles (Barcelona).
Benjamin, W. (1989). La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. Discursos
Interrumpidos I, Taurus, Buenos Aires.
Los inicios del cine (1895-1927). (2009). duiops. Recuperado de http://www.duiops.net/cine/inicios-del-cine.html.
Adorno & Horkheimer (2018). La industria cultural. (p.p. 165-212). CEME - Centro de
Estudios Miguel Enriquez - Archivo Chile

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