Algo realmente importante en los huertos es el mantenimiento.
Si queremos que esté en perfectas condiciones y sea un espacio agradable. Es muy gratificante, cuando ves crecer las plantas y que dan sus primeros frutos. Pero esto lleva un trabajo. Son varias, las tareas a realizar a diario y otras, como la poda, en algunos momentos también es necesaria.
La tomatera brota de la tierra y presenta un brote de crecimiento o guía principal. Al crecer este brote va formando la rama principal de la planta. De esta rama brotan las hojas.
Entre cada hoja y la rama principal van apareciendo nuevos brotes, que si se dejan crecer se van convirtiendo en ramas de la misma importancia que la rama principal.
Es aconsejable controlar la frondosidad de la planta, eliminando parte de sus ramas. Y lo debemos hacer antes de que estas ramas se desarrollen.
Cuando veamos que aparecen brotes secundarios entre las primeras hojas y el tallo principal, los eliminamos de forma cuidadosa sin hacer daño al tallo principal. Lo mejor es hacerlo cuando el brote tiene menos de 5 centímetros y con las uñas.