Para quienes disfrutan escuchar dejé un soundcloud con la obra.
Es mami Marina Pelao
Y es que uno cuando va a escribir para que otro lea pasan estas cosas; que escribes "Mi madre" o "sus aposentos", cuando en la vida real dirías:
Mami Marina que estaba en la pieza, medio dormida, como ida...
Ida dicen aquí cuando no quieren llamar loca a la gente mayor.
¡Ya no hay respeto a la gente mayor, vale!
Pero Mami Marina no está loca: ella sólo está contando, se la pasa en ese plan, contando hijos, contando nietos. Son un montón de pelados que de vez en cuando se juntan y la hacen correr a la pieza, pero cuando se van, ella los cuenta, cuenta los de Mauro, los de Estilita, los de Miguel. Tuvo 12 muchachos así que tiene mucho que contar.
Hace días que los cuenta y echa cuentos, de los mayores con más frecuencia.
¿Les dije que son un montón de pelados?
Ya parezco Mami Marina.
Ayer amaneció enfrascada en José María, que cuando estaba chiquito hizo esto, lo otro y hablaba sola contando historias. Una se aterra cuando la ataja, me ve pasar por el frente y dice:
Mija, vení acá,
¿vos sabéis donde están los guantes de la comunión de José María?
Clase de pregunta.
No sabe uno si buscar los benditos guantes hasta bajo las piedras, porque sabes que no dejará de preguntar por ellos, o sencillamente decir - " No sé Mami Marina. "
Porque ésta última posiblemente sea la respuesta que detone su mal carácter y pase todo el día murmurando.
Pero hoy Mami Marina no se siente bien, que tiene un dolor en el pecho, que puede ser un preinfarto, dice ella, como siempre diagnosticando. Uno siempre se asusta, ya son más de 90 años y Mami Marina no es eterna.
¡ Qué preinfarto mami, si el corazón no duele!- le dije.
¿Pa qué fue eso?
Todo el día lloró en silencio, estuvo triste y susurraba; lo único que se le entendía entre susurros es que le dolía el corazón y que eso era un preinfarto.
No fue un buen día para Mami Marina ... Cuando llegó Mauro pensé que se calmaría, pero él no traía buena cara.
Tío Mauro por ser el mayor era lo que mientan "El hombre de la casa" : Abuelo había muerto hace mucho, y ese era el puesto de él.
Mataron a José María, y Mauro, el hombre de la casa, tenía que decirle esa verdad a Mami Marina, que ya parecía presentir en su corazón que algo malo se avecinaba.
Mami Marina no paraba de llorar, no es natural que los hijos mueran antes, llegan a sentir en el pecho un dolor tan fuerte, como un preinfarto, y nosotros que pensamos que los años son cualquier cosa y actuamos como si las supiéramos todas.
Ella si sabía y sabía también que viviría tanto como para entristecerse cuando esté en la pieza, medio dormida, como ida, contando a todos y a José María que ya no está, pidiendo que encuentre para ella los guantes de su comunión.
Original de:
Joney Castellanos
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