Flores adolescentes.
La primavera llega joven y perfumada, con promesas de rejuvenecer mi alma seca. La brisa fresca de la tarde trae fragancias que deseo tener en mi jardín, cada primavera siento necesidad de alimentar mis flores de jovialidad.
No lo puedo evitar, es más fuerte que yo, cada primavera el jardinero que vive en mí asecha, tengo un jardín que demanda ser alimentado, esta estación del año me inspira y no descansaré hasta verlo florecido de alegres colores.
Lunes:
Mi paseo por el parque fue fructífero, encontré una dulce margarita estudiando bajo la sombra de un árbol, la llevé a mi jardín y ahora su candor revitaliza mis flores.
Martes:
El girasol que me atendió en la farmacia del centro me dio una sonrisa que me iluminó como la luz del sol, hoy ilumina mi jardín todos los días.
Miércoles:
Un joven clavel tocó a la puerta de mi casa con una biblia entre sus manos, muy amablemente la invité a pasar y ahora su noble alma vive entre mis flores, nutriéndolas con su frescura.
Jueves:
La orquídea de la cafetería lucía distante, inmersa en sus propios pensamientos, le dije que no marchitara su rostro con angustia y que las ahogara en el café que le invité. Esa vez terminaron sus preocupaciones, hoy en día mi hermosa orquídea habita en el jardín.
Así ha transcurrido esta dulce primavera, la sublime época del año donde riego mis flores con tibia sangre adolescente, tan fresca y brillante que me embriaga con su fragancia, reconfortando mi fría alma de jardinero.
Imagen cortesía de pixabay.com.
Esta fue mi participación en el concurso "Microrrelatos de Terror #MicroTerror256" ideado por el usuario @trenz, los invito a participar, link al post.