Un cuento de amor, fantasía y locura - ¡Feliz San Valentín a todos!


Qué mejor día para compartir un cuento de amor que este 14 de febrero. 


Hola, queridos cafeteros, ¡Feliz Día de San Valentín! Espero que la hayan pasado bien con sus seres queridos, ya sea parejas o amigos, y que su día haya estado lleno de amor. Teniendo en cuenta esta significativa fecha, hoy les comparto este cuento que hace parte de mi nuevo libro "La claridad de mi luna". Es una historia romántica ambientada en lo fantástico. Espero que les guste:



El Pequeño Idilio


Queriendo llegar a la luna se le ocurrió construir edificios muy altos. Arena, piedras, metales y vidrio fueron uniéndose bajo su dirección para lograr una torre inmensa. Pero no alcanzó su meta con el primer intento, ni con el segundo ni los que siguieron. Al tiempo una gran metrópolis se erguía sobre la planicie árida que antes era su hogar. Llegaron pobladores que ocuparon la gran variedad de edificaciones. Frustrado, él se fue a vivir a la cima de un cerro; allí se quedó viendo estrellas adornando al satélite que quería alcanzar. Con los años dejaron de ser construidos nuevos rascacielos y en la gran metrópolis la gente olvidó que fue un solo hombre el que había creado todo aquello.  


Fuente de la imagen


Bautizaron la ciudad como Hilal. Un atardecer cualquiera llegó a ella un forastero encapuchado que pasó desapercibido entre las multitudes de habitantes que recorrían las calles. Nadie reparó en su atuendo de harapos y su mirada nostálgica que se concentraba en el punto más alto de los rascacielos. 


Cuando anocheció el hombre llegó hasta el corazón de todo aquel territorio en dónde el más grande edificio se encontraba a las afueras, mientras el más pequeño y viejo estaba allí, en el centro.


Muchos vecinos se asomaron por sus ventanas con los ladridos que los perros estaban dando de madrugada. Fue cuando vieron a un hombre sentado al borde de la terraza del viejo edificio Le Petite Idylle, mirando hacia arriba y con los dedos cruzados. Seguramente era un suicida que buscaba llamar la atención antes de acabar con su vida. Una multitud de policías, bomberos y curiosos rodeó la escena. Se cansaron de pegar voces que intentaban convencer al hombre de no dejarse caer. Pero este tenía otro plan. Repentinamente se levantó y, aún sobre el borde y mirando al cielo, levantó un dedo hacia esta; acto seguido se dio una gran una explosión azul que llenaría de luz el espacio nocturno.  


El evento se hizo leyenda y contaba cómo un hombre solitario habría aprendido el arte de la teletransportación con tal de llegar a la luna, en dónde se encontraba su amada esperándolo desde hacía mucho. Le Petite Idylle fue declarado patrimonio cultural. En su fachada crecieron enredaderas, matas y maleza que lo cubrían casi completamente. Un gran árbol se exhibía desde la cima, creciendo sobre la mancha negra de un estallido. Era la prueba innegable de lo que somos capaces de hacer por amor.     


***

Gracias por leer, espero que les haya gustado esta historia de amor y una vez más les deseo que hayan tenido un día increíble. Gracias por su upvote, comentarios y apoyo en general, estos me motivan mucho para continuar compartiéndoles contenido como este todos los días. 





H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
14 Comments