Aquí ando, bajo la sombra de una mata de mango, sobre el techo de la casa de un vecino, observando la conexión del cielo con los árboles que alcanzo a ver. Aquí, en este sitio de paz entre tanta guerra, comiendo mango, escuchando a los motores de los buses, carros, motos que recorren la avenida que está cerca. Siento que el cielo muchas veces nos enseña a valorar el día, nos enseña a observar en realidad lo que está frente a nuestros ojos, nos muestra su incomparable belleza cuando hemos perdido la capacidad de ver lo bonito de la vida, gracias a los problemas que nos agobian.
Hay veces en las que me provoca saltar de techo en techo para recorrer la ciudad, pero son exiguos para usarlos como camino. En realidad imaginas tantas cosas teniendo una vista tan amplia.
Un ser vivo tiene la capacidad de darle vida a una imagen.
Se me ocurrió intentar capturar la perspectiva que tiene el mango desde su punto. Puede ver el cielo en su inmensidad, menos árboles de los que yo puedo observar, también los soldados caídos (mangos que se pueden ver alrededor), que han sido devorados por aves o se han podrido. Él está a salvo por ahora, bajo la sombra, sintiendo la brisa y el cálido sol que se percibe a pesar de estar donde la luz se obstaculiza un poco, debido a las ramas del árbol y sus hojas.El mango seguirá a salvo mientras escribo esto, luego será devorado por otro ser vivo, y no precisamente un animal. Saludos Steemians, espero que también tengan su territorio de paz, como y: que tengo varios puntos a mis alrededores.