Se acaban los fuegos artificiales en la plaza, tipo media noche, y encontramos y bar de terraza que se llamaba "Bond's 007". El dueño era un caballero estadounidense de casi 45 años, que nos dió tacos gratis, y seguía intentando a bailar con Diana y también seducir a ella. Tenía algo de sorpresa para probar los tacos tan buenos, hechos en un bar que pertenece a un gringo.
En alguna manera, cuando se cerró el bar a las 2, unas chavitas dijeron que nosotros absolutamente teníamos que seguir la fiesta en un antro con música ruidosa, diciendo que ellas comprarían las primeras chelas. Yo no estaba asombrado cuando llegó la cuenta, y querían pagar menos que debían. Sin embargo, a la idea de seguir festajando, la respuesta de Rubi y Yveth fue "¡YOLO!" pero, creo que ninguna de ellas saben exactamente que significa la palabra. Bailamos hasta las 5.
En la mañana, pedimos extender el check-out en el hotel, y yo escuché a Rubi, lamentando sus decisiones horribles de tomar tanto.
Después de unas horas viajando, llegamos al "Pueblo Mágico" de Tequisquiapan, y fuimos directamente al viñedo, y tomamos un poco más.
Diana abordó un camión para visitar su mamá en otra ciudad, y nosotros fuimos caminando por los mercados pintorescos y tienditas bonitas. Entré una tienda de regalo, y veía a unos juguetes, unas llamitas especificamente. Una chiquita indígena estaba a lado a los juguetes, y me pidió comprarle uno. Cuando la gente me pide cosas materiales, intento darselas. Me ayuda recordar que, quizás el dinero no es la cosa más importante, que quizás la sonrisa de una niña vale más que 90 pesos en mi cartera - y demás, siempre puedo ganar más dinero.
Compré dos llamitas, una para mi, y una para ella. Me sentí un poco engañado, porque de hecho fue probable que correría y daría la llamita a su mamá, y ella la vendría en las calles por 100 pesos. Quizás no estaba comprando la sonrisa que creía. Pero, el remordimiento más poderoso fue pensando en ver mi amigo Juan Galt dando unos pesitos a un chico, diciendo a él, "Puedes ser lo que quieres en este mundo." Tal vez Juan cambió la vida de esee chico ese día, y si no, al menos lo intentó. Bueno, pensé, siempre hay la próxima vez.
Después de un día duro de viaje y resaca, fue la hora de descansar. ¡Buenas nochecitas Tequisquiapan, y buenas nochecitas México!
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My name is Kurt Robinson. I grew up in Australia, but now I live in Guadalajara, Jalisco. I write interesting things about voluntaryism, futurism, science fiction, travelling Latin America, and psychedelics. Remember to press follow so you can stay up to date with all the cool shit I post, and follow our podcast where we talk about crazy ideas for open-minded people, here: @paradise-paradox, and like us on Facebook here - The Paradise Paradox
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