¿Donde es la casa de marta Pintuco?, para muchos en la Colombia de la actualidad Pintuco es una marca de pintura muy conocida, pero de esas pinturas que adornan las casas, pero nada que ver con los oleos que utilizo el maestro botero para pintar esta casa, la de doña marta pintuco, aquella casa donde cuando en la antioquia de los años 50 era el ultimo lugar donde se buscaban a los caballeros que no habían llegado la noche anterior... habiendo ya sido buscados en hospitales, la estación de policía e incluso la morgue.
píenso que el maestro botero recreo imaginariamente una escena que se repetiria una y otra vez en la puerta de aquella casa de lenocinio o lo escucho de boca de muchos gerentes de bancos, politicos y gente prestante de la epoca que desfilaron por esa entrada....
Llegando Doña Ines al dintel de la puerta de entrada, golpea con los los nudillos las maderas envejecidas de la puerta, un leve chirrido se escucha al abrirse , temerosa de que lo que pueda encontrar alli vaya en perjuicio de sus doctrinas religiosas, pero armándose de valor introduce su cabeza canosa y con voz temblorosa pregunta...he ave maria pues doña marta (jerga utilizada en antioquia, lugar de nacimiento del maestro botero y sede de la casa de marta pintuco), por casualidad no ha visto a mi pepe por aquí, es que anoche no llegó a dormir y usted sabe que hoy es domingo día de mercado y no ha llevado la platica que el banco agrario le pago ayer por sus jornales en la plantación de café, sin saber que sus niñas como le dice doña marta cariñosamente a sus consortes ya han visto desfilar ese dinero por sus manos y a engordar los bolsillos de tan desdichada mujer, mientras pepe a terminado de vestirse y prepara la excusa perfecta para inclumpir nuevamente con las obligaciones de su hogar sin saber que a Ines don Jose el dueño de la tienda de abarrotes, le ha hecho un trato para olvidar la deuda que han acumulado con el, y todo gracias a las visitas de pepe a la casa en cuestión.
Es una casa como cualquier otra, donde Maria, quien llegada de la zona rural del valle de aburrá ya tiene un retoño fruto del amor fortuito y fugaz como el recuerdo del nombre de aquel caballero que contempla como duerme plácidamente, pero que no es el padre de la criatura, cosa que ni ella misma sabe quien es ni como sucedió, porque a sus 17 años cuando abandono la finca nadie le hablo de como cuidarse de un embarazo y gracias a que los métodos anticonceptivos de la época para las chicas de su condición social era encomendarse a Dios que aquello no sucediera.
Con ocho meses de edad el sobrino , así como todas le dicen cariñosamente; mientras no llore ni se meta gateando en las habitaciones de sus compañeras, dado que si esto sucede tendría que explicarle a su amante de turno que no es la madre para que la fantasía de mujer casta que se ha inventado se venga abajo y así mismo la tarifa que acabo de acordar; espera pacientemente que le den su comida la cual yace en la cama enfriándose mientras su madre termina de vestirse después de lavarse y quitarse el olor que queda impregnado en su alma, ese hedor a miseria que ni el jabón mas caro logra desvanecer.
Felipe quien a sus 15 años recién cumplidos ya es un mozalbete que debe tener su iniciación y que mejor lugar que donde doña marta, quien lo envió? su padre o su abuelo? sin imaginarse que fue su madre quien encomendó a su tío de que lo llevara a ese lugar no fuera a que saliera con cosas raras si no se hacia hombrecillo rápidamente, sea quien haya sido quien pago sus honorarios no debe saber que después que cerraron el trato y llegaron a la pieza y haber ingerido una botella de su mejor ron (y el unico que tienen en ese lugar) rodó por el suelo quedando inconsciente pero cuando despierte habrá que hacerle creer que se porto como un semental porque doña marta no da reembolso.
Ante todo esto doña Ines decide retirarse llevando consigo la imagen que no podrá olvidar de su infiel esposo, así como el olor a cigarrillo de mala calidad que se empezaba a impregnar en su ropa.
Nota del autor
aun doña marta pintuco vive en la ciudad de Bogotá, con avanzada edad y quebrantos de salud, vive de la caridad publica y de la ayuda que le dan algunos de sus ex-clientes que aun la recuerdan
Concurso patrocinado por el witness @cervantes.
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