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Entre las potencialidades de la planta de Agave, que crece en el semiárido venezolano, quiero presentar como nuestros indígenas utilizaron al máximo esta planta en la fabricación de implementos para el hogar y recetas que llegan con gran aceptación en el arte culinario de nuestra modernidad.
Implementos para el hogar: la hamaca o chinchorro – Deta (vocablo ayaman), vestimentas y alpargatas.
De las hojas del Yuguspani (vocablo ayaman que significa Agave Trelease cocuy), se extrae una delgada fibra que sirve para hacer el tejido de las hamacas o chinchorros, conocida como dispopo (vocablo ayaman). Estas una vez extraídas se estiran y se hace una especie de mopa que luego es pasada por un huso con la que se forman los rollos para la confección de los tejidos, se hierven y se ponen a secar al sol en una silla; con este sencillo pero a la vez delicado proceso, se logra un hilo, mecate o cabuya que permite la elaboración de la sabrosa hamaca o chinchorro para el descanso; usaban además esta fibra para la fabricación de su vestimenta y calzado (alpargatas – sandalia con suela de cuero) donde la capellana es la parte superior de esta sandalia criolla, la cual se teje en pequeños telares.
Alpargata
De acuerdo a Reinaldo Chirinos en su libro El Agave Cocuy, una planta prodigiosa en el semiárido Lara-Falcón, nos comenta que el cocuy y sus derivados era para nuestros aborígenes una especie de moneda, pues con ellos intercambiaban con otros pueblos para obtener así otros productos.
Culinaria
Con las flores del Agave, se prepara una suerte de encurtido muy parecido a la alcaparra, con lo cual también se preparan los ajiceros.
Esta presente el Cocuy como bebida en varias recetas de cocina de afamados chef criollos, para la preparación de variada repostería (tortas, pudines, helados, bombones), maceramiento de carnes rojas y blancas, entre otros.