¡Hola steemians!
Ninfa de Agua
¿Es curioso no? Cuando deseas algo no logras obtenerlo y no es sino cuando dejas de insistir que la vida te presenta la oportunidad, casi de forma azarosa y este caso no fue la excepción. Te encontré por accidente, en una fiesta de unos amigos que ya no son parte de mi vida, en un sitio al que jamas volveré. Me aleje del calor, de las risas y del bullicio por un momento, un momento de paz y de encuentro conmigo y con un cigarrillo, quien diría que ese se volvería el último momento antes de ti.
Me encontraba absorto en mis pensamientos, concentrado en dar caladas a mi cigarro y en un par de ojos que me veían en la oscuridad, dos focos brillantes que se acercaron a mí, era un gato negro buscando afecto, buscando una caricia. No soy de creer en supersticiones, y menos aquellas que tienen que ver con animales pero hoy en día me doy cuenta del mal presagio que eso significaba.
No note tu mirada siguiéndome en aquel salón, ni tu presencia aproximándote por mi espalda. Cuanto tiempo me estuviste observado en silencio, solo tu lo sabrás... y aun recuerdo las primeras palabras que me dirigiste, aquellas con las que inicio todo.
—¿Te gustan los gatos? —me preguntaste.
Fue entonces cuando por primera vez te vi, que realmente te vi : llegaste como un espejismo en una neblina, sutil como el roció de la mañana. Vestías de un pálido azul, el cabello recogido en una cola, y yo ahí parado observándote estupefacto, mudo de la impresión y sin poder gesticular una palabra.
—sssii —logre tartamudear —me gustan mucho los animales —aclare con mas confianza en la voz recuperado de la impresión que me causaste.
Sonreíste y empezaste a preguntarme sobre mi, sobre mi vida y yo me sentía en una ilusión, atrapado por tu belleza, por la música y por lo sureal de aquel encuentro.
A ti, hermosa helada
Eres agua
llegaste con una promesa de cambio,
te fuiste como una helada.
Agua que puede dar la vida,
agua que puede arrebatarla.
Poco a poco me demostraste,
el carácter que tu corazón encierra.
Lo voluble que eres,
lo caprichosa de tu naturaleza.
Como un amar sincero,
podía convertirse en una condena.
Eres agua
Fuiste un rocío de amor,
un rió de juegos y buenos momentos,
un lago de peleas y malos momentos,
y un mar de experiencias.
Ocupaste cada espacio en mi vida,
llenaste con tu ser cada rincón
de mi alma, mente y cuerpo;
solo tu existías.
Con el tiempo me vi atrapado
ahogado en todo tu ser
Eras agua
agua que alivió mi sed,
pero te convertiste en hielo;
hielo que robó mi calor.
Tomaste todo y nada dejaste,
robándote mis ganas de vivir;
y te marchaste como nube
a otras tierras,
a otros paramos,
a llover sobre campos más fértiles...
Y me dejaste con un frío en el corazón
de muerte, de soledad, de aprendizaje
a ti, a ti ninfa...
a ti te perdono.
-D-