Amor y ciencia

El pasado día de San Valentín mi página principal de noticias científicas estuvo repleta con todo tipo de artículos relacionados con el “amor”, desde un paleobiólogo que introdujo una propuesta de matrimonio en la sección de agradecimientos de su artículo (artículo 1), hasta investigadores que intentaban criopreservar esperma de coral (este suena romántico).

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Entonces, el día de hoy voy a canalizar el mismo espíritu y trataré de añadir en esta publicación una noticia de ciencia relacionada con el amor. Solo que no es muy nueva y además es un poco rara, pero es por esto que hablaré sobre ella.

En el 2010, Peter Backus era un profesor en la universidad de Warwick en Reino Unido, para ese entonces él había estado soltero por un tiempo, y recurrió a la ciencia para entender por qué.

Aunque podría haber recurrido a la ciencia para sintetizar algunas feromonas sintéticas potentes, el en cambio optó por la matemática y calculó las posibilidades de encontrar a su media naranja (artículo 3, artículo 4).

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Peter modificó una ecuación vieja que fue desarrollada en 1961 por el astrónomo Frank Drake en el intento de estimar un número posible de civilizaciones alienígenas que pudieran existir en nuestra galaxia.

Peter modificó la ecuación de la siguiente manera:

El consideró que para ese tiempo, cerca de Londres vivían 4 millones de mujeres, pero solo el 20% de estas estaban dentro del rango de edad entre 24-34 años. Por lo tanto, el total bajó a 800.000 mujeres. Por supuesto, no todas estarían disponibles, entonces Peter estimó que 50% de ellas estarían solteras, lo que vendría a ser 400.000 mujeres.

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¿Cuántas de estas mujeres tendrían un título universitario? Alrededor del 26%, o 104.000 mujeres ¿Cuántas de ellas serían atractivas? Acá el número bajó considerablemente, Peter pensó que solo el 5% de las mujeres educadas serían atractivas (al parecer es un hombre exigente). Entonces el número bajó a 5.200 chicas. Seguidamente, el también hizo la pregunta opuesta y estimó que entre esa cantidad de mujeres solo el 5% de ellas lo considerarían atractivo a él, bajando el número a 260 chicas.

Finalmente, el pensó que solo se llevaría bien con el 10% de ellas, así que el número final de mujeres quedó en 26.

Por lo tanto, en toda el área de Londres, Peter estimó que solamente tenía 26 posibles mujeres con las cuales salir. Considerando que las probabilidades de encontrar vida alienígena en otra galaxia solo son 100 veces más bajas, Peter tenía una situación bastante desalentadora.

En mi opinión personal, Peter realmente subestimó la cantidad de chicas que podía considerar atractivas, y tampoco añadió el alcohol a la ecuación, ya que las bebidas alcohólicas han demostrado que hacen a las personas más atractivas a los ojos del que está bebiendo, al menos temporalmente.

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La prueba final de que este número no tenía sentido fue el hecho de que inmediatamente después de publicar su artículo, empezó a salir con alguien y se casó en el 2014. Algunas veces es mejor no racionalizar todo, y por supuesto eso aplica para las emociones y para el amor. En realidad, ellos son los catalizadores de comportamientos irracionales.

El amor le da fuerza al hombre, muchas veces a costa de su mente.

Imagen CCO Creative Commons. Gracias a @intronitro por el diseño.

Este contenido es una traducción de una publicación original de @aboutcoolscience, quien es el autor (véase post original aquí). La traducción fue hecha por el usuario @marugy99.

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