¡Pintura en acuarela! Mi gran amiga Grecia.

¡Hola, mis cada vez más queridos Steemians! Hoy quiero contarles la corta historia de cómo empecé a pintar en acuarela.

Hace aproximadamente 2 años, durante el mes de agosto, me encontraba bastante aburrido en mi casa. Había llegado a ese punto de las vacaciones en el que ya hiciste todo lo que pensaste durante el período de clases y no hallas en qué invertir tu tiempo. Yo, particularmente, soy una persona muy hiperactiva, así que cuando llego a ese punto, me pongo muy ansioso.

Entonces un día sentado a la mesa, preguntándome si la mosca que estaba posada frente a mi se frotaba las patitas porque tenia frío o lo hacia como el gesto vil de alguien que se prepara para una travesura, vi un estuche de pintura acuarelada que mi mama iba a llevar a la escuela para sus alumnos (ella es maestra de pre-escolar) y decidí sin más que quería pintar con eso. Desde que tengo memoria me ha gustado dibujar pero, hasta ese momento, no había utilizado pinturas de ningún tipo, solo colores y grafito, así que empecé a hurgar en sus cosas y encontré una cartulina, un pincel y ¡voilà! Ya estaba listo para empezar.

Una foto de mi amada y bella amiga Grecia (que por cierto, la pueden encontrar por acá como @greciaamidala y que los hará salivar con sus deliciosos postres) fue la que elegí para lo que yo llame "practicar" y que al final resultó todo un éxito, jaja. Empecemos:

Paso 1

Antes que nada, hice el bosquejo a lápiz lo cual me pareció prudente considerando mi inexperiencia con las pinturas.

Paso 2

Empecé por los lentes y luego le di forma a la silueta del rostro. Me encantó pintar sus pómulos porque son super grandes y la hacen ver muy cuchi.

Paso 3

Terminé el rostro pintando los ojos a través del cristal de los lentes y continué con su cabello dando trazos rectos en este último. Mucha paciencia con el cabello, amigos, mucha paciencia.

A veces creo que solo es a mi a quien se le dificultan las cosas con el cabello. Me siento solo en este conflicto. Jaja.

Paso 4

Posteriormente, pinte el cuello y la franela intentando lograr la textura de la tela plegada y por último pero no menos importante, me dedique a observar detalles y mejorar lo que se podía. No hay que olvidar que la la minuciosidad da muy buenos resultados.

Finalmente

La comparación entre la imagen original y la pintura:

Para mi sorpresa, el resultado fue muy bueno a pesar de todo. Estaba demasiado sorprendido y me preguntaba; "¿Yo hice esto?". Fue muy emocionante. Así que estaba resuelto, ya había encontrado una actividad que podía realizar por el resto de las vacaciones y lo más importante, involucraba uno de mis pasatiempos favoritos. No podía ser mejor.

También me di cuenta que quizás, si no se daba de esa forma, nunca (o quizás no en ese período de tiempo) me habría dado cuenta de que podía hacer algo así. Y esto me dejo una moraleja:

Muchas veces nos predisponemos y decimos; "yo no puedo hacer X cosa" o "No soy bueno en esto" cuando ni siquiera lo hemos intentado. Hay que atreverse y siempre estar dispuesto a hacer cosas que son nuevas para nosotros porque quién sabe qué nos espera por ese camino que se nos presenta.

Esta enseñanza la intento aplicar a cualquier cosa, así que los invito. ¡Vamos allá!