Pocas veces nos encontramos con una persona con tanta experiencia en el mundo audiovisual como Jordi Sánchez-Navarro, actualmente Director de los Estudios de Ciencias de la Información y de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (Universidad Abierta de Cataluña). Y ya para los que amamos el cine ha sido el subdirector del Festival de Cine internacional de Sitges desde el año 2001 al 2004. Este festival es referente en animación y ficción a nivel mundial.
Autor de los libros:
Narrativa audiovisual. Barcelona: Editorial UOC, 2006.
Freaks en acción. Alex de la Iglesia o el cine como fuga. Madrid: Calamar Ediciones, 2005.
Tim Burton: Cuentos en sombras. Barcelona: Ediciones Glénat, 2000.
Su currículum sigue y no lo sigo enumerando, porque se me acabaría la página; siempre ligado al audiovisual, la imagen y el contenido. Por lo que hoy, ya que hablamos de este tema, qué mejor invitado para nuestra entrevista que él, para que nos muestre su visión sobre el proceso creativo, el plagio y otras cuestiones..
¿Cómo definirías el proceso creativo?
Como la capacidad de generar nuevas ideas y conceptos, o de establecer nuevas asociaciones entre ideas y conceptos ya conocidos para producir soluciones originales. Creo que una cita, ya viral, como “la creatividad es la inteligencia pasándoselo bien”, atribuida a Albert Einstein pero que bien podría ser fruto del trabajo de un creativo publicitario, pueden parecer meras piezas de propaganda de no se sabe bien qué, pero que en realidad sirven para dirigir el foco de atención hacia lo que creo que son los tres aspectos clave del proceso creativo. El primero, relacionado con la referencia a la “inteligencia”, es que la creatividad no es característica de una aristocracia superdotada, sino que es algo propio de todo individuo inteligente; el segundo es que, en consecuencia, la creatividad puede enseñarse y entrenarse. El tercero, ya relacionado con el “pasárselo bien” es que la creatividad nace y se desarrolla en forma de juego.
¿Hay sitio para la copia en la creatividad?
Claro. Creo que la famosa cita de Picasso "Los buenos artistas copian, los genios roban." es absolutamente válida. El proceso creativo pasa por reorganizar ideas ya existentes. Pero eso ocurre en todos los ámbitos de la creatividad humana. La historia del arte es un continuo “referirse a”, aunque sea para discutirlo. La distinción de Picasso es muy buena: un buen creador cita a sus referentes y aporta algo; un genio hace algo radicalmente nuevo “robando” materiales anteriores.
¿Como experto en imagen, cuál es el límite para considerar una obra copia o plagio?
El uso es la clave. Apropiarse de una obra sin citar la fuente (o citándola mal) para el beneficio propio es un plagio o una copia. Usarla para aportar algo, citando de algún modo al creador original es legítimo e incluso necesario.
¿Cómo ha cambiado la financiación del audiovisual desde la crisis de 2008?
El cambio más evidente es la implantación ya estructural del crowdfunding, entendido desde dos puntos de vista. Por un lado, el núcleo creativo abre uno de los procesos de creación (la financiación) a la colaboración del público. Desde este punto de vista, el creador se convierte en un gestor de financiación, lo que conlleva un modo particular de crear, que difiere del tradicional en tanto necesita cultivar una relación con el público antes de iniciar cualquier otro proceso productivo, lo que sin duda constituye una redefinición de las lógicas establecidas en la producción audiovisual. Por otra parte, desde la óptica del público que financia, hay una importante redefinición de los esquemas de producción tradicionales. El público se involucra entendiendo los límites de dicha acción y convirtiéndose conscientemente en un mecenas de una iniciativa cultural. Son cambios profundos que redefinen tanto el rol de los creadores como el de los públicos, siempre y cuando entendamos el crowdfunding como algo más que una “pre-compra”.
¿Cómo ha cambiado el audiovisual en la última década con la intrusión de las nuevas tecnologías?
Los cambios son tan abrumadores que explicarlos excedería el espacio de esta entrevista y el tiempo de nuestros lectores. Digamos que se han producido cambios en todos los niveles: en la preproducción y financiación de los proyectos, en la producción, en los procesos creativos en sí, y en la comercialización y exhibición.
¿Qué influencia este cambio?
Como decía, no hay ningún aspecto del audiovisual que no se haya visto radicalmente afectado por la tecnología, pero eso siempre ha sido así: el cine, la televisión, el vídeo, son ante todo tecnologías para contar cosas. Así que la historia del audiovisual siempre ha estado muy ligada a la historia de sus tecnologías.
¿Quién te ha influenciado a crear?
Todas las figuras que admiro, en especial cineastas y creadores de cómic, sin dedicarme a ninguno de esos mundos creativos.
¿Cuál es tu último proyecto?
Un libro sobre las historia del cine de animación a partir del análisis de cincuenta películas esenciales.
¿Has pensado en recurrir a criptomonedas?
Es un trabajo que verá la luz en una editorial convencional, así que en este proyecto no tiene demasiado sentido pensar en el uso de criptomonedas. Mi trabajo creativo consiste en escribir textos que ofrezco a empresas editoras más o menos tradicionales. No sé muy bien a día de hoy cómo encaja las criptomonedas en esos proyectos.
¿Cómo crees que pueden afectar las criptomonedas en el audiovisual?
Facilitando procesos de crowdfunding, quizá. Creo que debemos estar atento a las posibilidades.