"Concurso Cervantes: 6ª Entrega" - Donde Marta

    Viendo el genial cuadro de Fernando Botero me acuerdo de Juan, él es un bebé regordete que nunca conocerá a su padre y es hijo de una prostituta que trabaja en uno de los prostíbulos mas lúgubres de la ciudad, el mismo tiene las paredes pintadas de azul, la luz de sus bombillos es muy baja y tiene espejos en todas partes.   

  Solo Dios sabe en que clase de hombre se convertirá Juan, ¿será correcto ó será un delincuente?, el tiempo lo dirá, lo que si sabemos es que se la pasa jugando en el suelo del prostíbulo y siempre es acariciado y cargado por muchas mujeres, el pequeño no tiene edad para comprender el oficio de las chicas, solo les sonríe y se divierte al recibir mucha atención, su madre es Esperanza, ella trabaja todos los días en el prostíbulo para poder alimentar a su pequeño con lo poco que gana, no gana mucho pues su físico no atrae a muchos clientes, ella sufre de depresión por la pérdida de su hermana y desde entonces no deja de alimentarse excesivamente con dulces ya que según ella le “calman” el dolor de la pérdida de su ser querido, su dieta repleta de golosinas le traen como consecuencia cierta obesidad pero a pesar de todo no la ha detenido para buscar el alimento para su pequeño, ella trabaja todos lo días para darle lo mejor a su bebé, aunque no le gusta su trabajo gana lo suficiente para mantenerse a ella, a su niño y a su madre que ha sido muy golpeada por la edad y requiere de medicamentos costosos.  

  La otra noche fue al prostíbulo el señor Rafael, llevaba una camisa rosada con una chaqueta marrón y un sombrero del mismo color, esa noche era una donde este hombre se olvidaba de la señora Gladis, ella es su esposa, es ama de casa y lo atormenta cuando llega del trabajo con críticas que hace a diario de los vecinos de la cuadra, él hace años que no la ama pero no la abandona para no sentirse solo, durante su juventud no tuvo pareja y por ende sabe lo que es la soledad. Ese día él cobraba las ganancias de su ferretería y se disponía a pasar la noche con su mujer preferida: Esperanza, se conocen de hace varios años y Esperanza tiene un muy buen trato con él.      

  Estaban conversando en el vestíbulo del prostíbulo cuando entró en el mismo Alfonso, llevaba una camisa azul y un pantalón marrón, él es un amante de la bebida que pasó la tarde en el bar ubicado en la acera de enfrente y su cuerpo contenía un alto grado de alcohol, él era un hombre de pocas palabras pero cuando tomaba hablaba hasta por los codos, Alfonso bebe desde que perdió todo lo que tenía apostando en el boxeo, su depresión fue tan grave que cayó en la bebida y desde entonces gasta su pobre sueldo de profesor de historia en mujeres y alcohol, entró caminando con un torpe andar cuando se tropezó con una de las sillas del lugar y cayó acostado boca abajo en el suelo, intentó levantarse apoyando sus manos en el suelo pero sus músculos no le respondían bien y simplemente se entregó por el cansancio que tenía, recostó su cabeza en el suelo y se durmió, nadie se inmutó ante tal escena ya que en ese estado Alfonso no molestaría a nadie con sus conversaciones que solo sacaba a flote cuando estaba pasado de tragos.     

  En uno de los cuartos estaba Sebastián acostado meditando y fumando, la cama del cuarto tenía un vestido rosado y un horrible cubrecama de color verde. Sebastián al fin logró desestresarse un poco pues había pasado toda la tarde discutiendo con los clientes de su taller mecánico, estos últimos no podían creer los nuevos precios de los repuestos para sus autos y mostraron su descontento, el aumento se debe a que el antiguo proveedor de Sebastián se mudó al extranjero con su familia y ahora tiene que hacer negocios con un proveedor italiano que consigue piezas de calidad pero a precios muy elevados, por ende el mecánico debe subir el costo de su mercancía generando descontento en su clientela. Sebastián había pasado el rato con Estela, que le gustaba atender a Sebastián debido a que este acaba rápido, ella no se encontraba en su mejor forma física puesto que nunca tenia tiempo para ejercitar su cuerpo, se estaba vistiendo y se ponía su sostén de color mostaza. Ese día se sentía feliz porque al día siguiente su novio iba a salir de prisión después de seis meses de encierro.    

  De la oficina principal se asomó una señora y observó a sus trabajadoras y a sus clientes, después de varios segundos se percató que todo estaba en orden y volvió de nuevo a cerrar la puerta de su oficina. Mas o menos así son todos los días en la casa de esa señora que es conocida por todos en la cuadra, una señora que a pesar de las dificultades a salido adelante con su negocio, la señora Marta Pintuco.  

 Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses 

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