La retórica y la política

La retórica y la política


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La retórica y la política hoy en día están relacionadas a un marketing político basado principalmente en convencer y fijar socialmente ideas a como dé lugar. Es usado para proyectar una imagen de líder al que todos quieren seguir; sin olvidar que construir una imagen, no es sólo un buen porte físico, sino también la capacidad discursiva con la que cuenta dicho personaje en todo momento.
Hacer uso de la retórica y lograr la construcción de un discurso elocuente no es tarea fácil, pero grandes dirigentes y representantes han logrado hacerlo, en especial, los representantes de sistemas totalitarios como Mussolini y Hitler, los cuales obtuvieron respuestas satisfactorias de una gran parte de la sociedad en la que se desenvolvían, siguiéndolos incondicionalmente, sin importar si sus ideas eran ciertas o no, e incluso cuando sus acciones podían ser las peores.
Pero ¿Qué característica en especial de estos discursos hacia que tantas personas siguieran a estos grandes líderes políticos? Para responder estas interrogantes debemos ver primero en qué consiste la retórica, sus elementos esenciales y como ha sido usada en la política para el convencimiento de las masas.

Está capacidad de persuasión o convencimiento comienza en la antigüedad, donde se enseñaba a reflexionar, razonar y expresar ideas haciendo uso de la palabra, con lo cual podríamos decir que se instruía acerca del uso de los argumentos para convencer y transmitir una idea propia a otra persona, haciendo que esta la aceptara o creyera como cierta. En Grecia esto era considerado un arte, y le daban el nombre de retórica que significa “arte del orador”, pero no debe confundirse con elocuencia o con dicción, puesto que, la primera corresponde a la capacidad de hablar bien y la segunda es el producto expresivo del discurso (la buena pronunciación). Con respecto a esto Aristóteles señalaba que, una actividad que todo el mundo lleva a cabo como lo es hablar en público, puede hacerse de manera persuasiva al momento de defender una idea.(López Eire, 1995 p.99) En conjunto con esto, para Platón, la retórica debía apoyarse sobre tres pilares fundamentales:
  • En primer lugar debería transmitir conocimientos verdaderos, por esto, el orador debería saber sobre el que tema habla.
  • En segundo lugar, habría de conocer los intereses del que escucha.
  • Y en tercer y último lugar, convenía que el discurso estuviera estructurado de manera tal, que todo encajara en armonía, para mantener el hilo discursivo (Ibíd. p.102).
    La retórica de las masas pasó a ser un dominio reservado a las élites, como un código utilizado por y entre ellos, y se aplicó como una forma de comunicación entre los dirigentes y los dirigidos. En otras palabras, la retórica pasó de ser un mensaje dirigido a pocas personas, a ser percibido por miles de destinatarios.


    Por consiguiente el modelo retorico Aristotélico mencionado líneas arriba, pierde esa reputación de “Todo lo dicho es cierto” y pasa a ser adoptado como una forma de engañar, haciendo uso de frases emotivas para adornar el valor semántico de lo transmitido, para que con esto no llegue un mensaje claro y racional, así, cada oyente puede interpretar lo que desea y de esta manera se tiene un control sobre el pensamiento y los ideales de más personas.
    Este arte comienza a utilizarse con mayor repercusión al desarrollarse la estructura de partidos con matices populistas y demagógicos. Al surgir estos con una gran cantidad de simpatizantes, se debían buscar nuevas formas de acercamiento, ya que, representaba una fuente potencial de seguidores, lo cual significaba la permanencia en el poder.

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Existen técnicas a la hora de pronunciar un discurso, el principal de todos es apelar a los sentimientos de los oyentes, la técnica que lo secunda es creer lo que se está diciendo y la tercera es tomar en cuenta que la reacción de la audiencia está sujeta a la conveniencia adecuada a las circunstancias, las cuales determinarán la actuación, las cualidades, los gestos y el ímpetu del orador en el pleno desenvolvimiento retórico. Es imprescindible para el emisor político focalizar el contenido de su discurso en los temas que considere sensibles para los receptores, de modo que pueda garantizar un cierto apego por parte de este a las ideas que se planteen a lo largo del discurso.
Por ello, el líder político buscará la manera de preludiar a la masa para que se adhieran a él, y para lograrlo es necesaria la retórica como proceso comunicativo- persuasivo.
Uno de los líderes que hizo uso de la retorica de manera eficaz y fue considerado uno de los mejores oradores con el propósito de enardecer a las masas fue **Adolf Hitler**, pero el análisis de sus discursos mejor lo dejo para ocasión.

Referencias

López, E. (1995). Retórica, política e ideología: desde la antigüedad hasta nuestros días. Universidad de Salamanca: España.

Si te tomaste el tiempo de leerlo completo por favor déjame saber tu opinión en un comentario, espero que realmente sea de su agrado.

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